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La enfermera que trató a Rayan permanece ingresada en un psiquiátrico

R. HERRERO
| COLPISA. MADRIDActualizado:

Gran parte de los profesionales sanitarios -más de un centenar, la mayoría del colectivo de Enfermería- que se concentraron ayer a las puertas del Gregorio Marañón expresaron su solidaridad con la enfermera retirada del servicio, a quien consideran una víctima de una mala planificación en el centro sanitario, al tiempo que argumentaron que «los fallos son humanos», pero que ella ha sido «criminalizada», cuando «es víctima de una cadena de errores en la sanidad pública madrileña».

Sus mismos compañeros confirmaron que la profesional que cometió el presunto error hospitalario está ingresada en un centro psiquiátrico privado debido a los altos niveles de ansiedad que sufre. Los manifestantes-convocados por varios sindicatos- mostraron asimismo su solidaridad con los familiares del bebé Rayán, fallecido por una negligencia, y dejaron claro su respaldo a los trabajadores de la UCI de Neonatología. También exigieron la dimisión del director gerente del hospital, Antonio Barba, por no respetar la presunción de inocencia de la enfermera que cometió el presunto error y lanzar acusaciones sin haber concluido una investigación interna. Las declaraciones de Barba, en una rueda de prensa convocada poco después de que falleciera el pequeño, han soliviantado al personal de enfermería, los sindicatos y a la Organización Colegial de Enfermería, que agrupa a todos los órganos provinciales colegiales de España. De hecho, la organización colegial estatal amenazó el jueves con querellarse contra el gerente por no respetar la presunción de inocencia y, ayer, el Sindicato de Enfermería (SATSE) presentó una denuncia contra Barba ante la Fiscalía General del Estado por la presunta comisión de un delito de injurias contra la enfermera, ya que no se había procedido a una investigación previa sobre los trágicos hechos acaecidos.

En la concentración se oyeron también voces que reclamaban la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. a quien algunso sectores de los manifestantes responsabilizaron de las condiciones de precariedad del centro sanitario y la escasez de plantillas. Y es que, según un comunicado difundido por el comité de empresa del Gregorio Marañón, el caso Rayán está íntimamente relacionado con la «mala planificación y organización» del hospital, donde se sufre una gran «presión» asistencial con una insuficiente plantilla de profesionales.