Viernes de protesta
Actualizado:En el clima de inestabilidad que vive Irán desde las elecciones presidenciales que depararon el sospechoso triunfo de Ahmadineyad, el sermón oficial del viernes en Teherán se convirtió ayer en un éxito de audiencia para su rival. Ante miles de personas en la Universidad de la capital y con emisión en directo por la radio pública, el ayatolá Rafsanyani tradujo su apoyo al candidato opositor Musaví en una petición de mayor libertad de expresión. El clérigo admitió públicamente el desgaste que está suponiendo para el régimen la desconfianza generada por el cuestionado resultado de los comicios del 12 de junio, acrecentada por la detención de un millar de personas en las protestas y los múltiples obstáculos al trabajo de los medios de comunicación. El nuevo intento de manifestación pacífica que siguió a la alocución de Rafsanyani encontró la misma respuesta del poder iraní: una represión que no ahoga las protestas.