La Guardia Civil se incauta de dos alijos de hachís en el Guadalquivir a plena luz del día

Los narcotraficantes que cruzan el hachís desde Marruecos han demostrado tener cada vez menos pudor en sus negocios, y ya ni siquiera se amparan en la oscuridad de la noche para realizar sus alijos. El pasado miércoles, sin ir más lejos, a las 12.30 horas del mediodía, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil descubría cómo dos lanchas neumáticas intentaban entrar en la desembocadura del Guadalquivir cargadas de fardos de droga. Al saberse descubiertos, los narcotraficantes emprendieron una huida a través del río a toda velocidad, que acabó al otro lado del cauce en la orilla del parque natural de Doñana. Allí quedó encallada una de las dos embarcaciones, abandonada por los narcotraficantes que lograron escapar a la carrera a través del coto.

La segunda lancha, también abandonada a la deriva por sus tripulantes, fue arrastrada por la corriente hasta la mitad del Guadalquivir. Durante la huida, los tripulantes también arrojaron por la borda todos los fardos de droga que transportaban en las lanchas. Ayer, miembros del equipo GEA (de submarinistas) de la Guardia Civil sondeaban el río en busca de los paquetes, de los cuáles se han recuperado al menos cuatro de ellos, con 120 kilos de hachís. Una porción aún pequeña del cargamento que podían portar las lanchas.