La derrota en las legislativas obliga a Fernández a dialogar con la oposición argentina
Actualizado:En un gesto sin precedentes en la gestión de los Kirchner, el Gobierno de Cristina Fernández mantuvo ayer un diálogo con los dirigentes de la principal alianza, en lo que constituye un reconocimiento de la contundente derrota electoral del 28 de junio, cuando la Administración perdió su mayoría parlamentaria.
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, presidió la mesa con los líderes del Acuerdo Cívico y Social, que en los comicios obtuvo tantos votos como el oficialismo. «Nos escucharon. Ahora existen expectativas», destacó al final del encuentro uno de los opositores asistentes. «Se puede abrir un pequeño crédito al Gobierno», confió otro.
La idea de la reunión fue lanzada por la presidenta el pasado día 9, pero pocos creían que se concretaría. Fernández lo había anunciado otras veces desde que llegó al cargo en diciembre de 2007, pero el encuentro nunca llegó a cerrarse hasta ayer. Esta vez, el derrumbe electoral del oficialismo, que se expresó sobre todo en la derrota en Buenos Aires de Néstor Kirchner, forzó un viraje en serio a un Ejecutivo con mandato hasta 2011.
«Hemos perdido y la situación ha cambiado», reconoció ayer el diputado Agustín Rossi, jefe del bloque kirchnerista en la Cámara Baja. En sintonía con esta apertura, el legislador convocó también a los dirigentes de la oposición para elaborar una agenda de temas de debate parlamentario que contenga inquietudes de todos los sectores.