La Virgen del Carmen volvió a ser la reina de un municipio de tanta tradición pesquera como El Puerto

Como cada mes de julio, la Reina del Monte Carmelo recorrió las calles del casco histórico tras salir de la Parroquia que lleva su nombre y el de San Marcos rumbo al muelle de San Ignacio, junto al célebre Vaporcito. Allí se produjo el momento más emotivo de la jornada cuando, con la noche ya caída, la patrona de los marineros se encontró con la otra virgen, la que procesiona en barco por la Bahía y el Guadalete. Finalmente, la Virgen pudo embarcar después de que la Asociación de Armadores llegara a un acuerdo con la Capitanía Marítima, la entidad competente para autorizar todos los movimientos de barcos. Al parecer, la Hermandad no había solicitado permiso, escollo que se salvó al hacerse cargo la Asociación de Armadores de los posibles problemas que pudieran ocurrir.

Pese al susto, la celebración tuvo un final feliz. La Virgen volvió a su templo en torno a la medianoche acompañada de numerosos público y de las dos bandas locales: la de cornetas y tambores Cristo del Amor (que abrió el cortejo) y la de Maestro Dueñas.