Los trabajadores de los autobuses urbanos amenazan con paros a partir del día 27

La rotundidad con la que se expresaron todos los grupos políticos de la Corporación no ha conseguido solventar el conflicto que los trabajadores del servicio de autobuses urbanos mantienen con GDF, la empresa concesionaria. Representantes sindicales anunciaron ayer que entre el lunes 27 y el viernes 31 la plantilla pondrá en marcha una serie de movilizaciones para reclamar el dinero que les adeuda la empresa: la mitad de los atrasos de 2008, 120 euros mensuales de 2009 del mismo concepto y el 70% del salario del mes pasado. Las protestas se traducirán en cuatro horas de paro cada mañana y otras cuatro por la tarde, una táctica que, según Alejandro Cuadrado, miembro de CC OO, «es más efectiva que la huelga total», si bien advirtió que no se descarta esta medida.

Miembros del comité de empresa también denunciaron «otros recortes contra los trabajadores» como «que no se cubran las bajas de los conductores enfermos o que éstos hayan perdido su media hora diaria para tomar el bocadillo». Cuadrado expresó su pesimismo sobre una situación que, a su juicio, «va empeorando» debido a que el acuerdo firmado entre Ayuntamiento, empresa y empleados «no ha tenido efecto». Tanto los representantes de los trabajadores como la portavoz de IU, Pepa Conde, se mostraron muy críticos con la posición del equipo de Gobierno, a pesar de que el alcalde, Enrique Moresco, aseguró en el Pleno celebrado la semana pasada que «miraré con lupa las actuaciones de la empresa» al tiempo afirmó que ésta «mantiene una actitud que no es de recibo». En primer lugar, Cuadrado opina que el apoyo mostrado por el Consistorio en la última sesión plenaria «es una pérdida de tiempo». Desde el comité de empresa consideran que la reunión fijada para el próximo martes entre el alcalde y la dirección de la compañía la han convocado «demasiado tarde», pues «los trabajadores tienen que afrontar gastos y no pueden esperar tanto». Otra de las preocupaciones de comité es que sospechan que GDF «está utilizando a los trabajadores y sus reivindicaciones para cobrar lo que les debe el Ayuntamiento».

Por su parte, Conde criticó que Páez pagara este mes más de 90.000 euros a la empresa «sin garantizar que los trabajadores fueran a cobrar». La concejala de IU declaró que «la empresa no tiene escrúpulos porque se lo han permitido».