Un oportuno tesoro
| CÁDIZActualizado:El posible hallazgo del Santísima Trinidad llega en un momento clave para la aprobación de nuevas normas que protejan la arqueología subácuatica española. Casualmente, hace una semana los ministerios de Cultura y Defensa firmaban un convenio para detectar pecios -con la colaboración de buques de la Armada- y preservarlos así de posibles expolios de cazatesoros como Odyssey. Además, justamente la noticia de este último hallazgo se daba a conocer ayer en vísperas de que hoy se reúna el Consejo Nacional de Patrimonio, en el que el Ministerio de Cultura elaborará junto a las Consejerías del ramo de cada comunidad un estricto Plan Nacional de Arqueología Subacuática. El hecho de que este hallazgo haya sido fruto simplemente de una casualidad es un detalle a tener en cuenta. Cualquier prospección debe tener permiso de la Junta, y el que se tratara de una demostración de un sónar, exhimía a la empresa de precisar dicha autorización. Ese posible descubrimiento por azar encierra aún más dudas, si, según fuentes consultadas, en el buque viajaba un arqueólogo.