El turismo perderá 71.000 empleos este verano, en el peor año de su historia
El gran 'lobby' del sector prevé guerras de precios y ofertas de última hora
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl turismo dejará de aportar este año, por segundo ejercicio consecutivo, al crecimiento de la economía española. Algo que nunca había sucedido. De hecho, la Alianza para la Excelencia turística (Exceltur), el gran lobby del sector, prevé una caída del PIB turístico del 5,6% para 2009. Todo un derrumbe para la que es desde hace décadas una de las primeras industrias nacionales.
Las estimaciones sobre el empleo pasan por una destrucción de 71.000 puestos de trabajo en los meses de verano. A pesar de estos datos, el presidente de la patronal, José Luis Zoreda, asegura que «lo peor ha pasado» y que el segundo trimestre ha dejado muestras de una ligerísima recuperación en el negocio, siempre con tasas negativas pero menos acentuadas de lo esperado. De hecho, la organización auguraba en abril 110.000 afiliados menos a la Seguridad Social en la inminente época estival, para la que el 71,3% del sector espera una caída en las ventas y el 77%, un recorte en sus beneficios. Tras la esperanza de hoteleros, aerolíneas, agencias de viaje o alquiladores de coches, entre otros, están los millones de turistas españoles que este año de crisis olvidarán los destinos exóticos y lejanos y pasarán sus días de asueto cerca en la península. Peor lo tienen las islas, para las que Exceltur contempla un verano más que complicado.
Los extranjeros, que tanto han dado al turismo español, no vendrán ni el mismo número que en años anteriores ni con el bolsillo tan lleno. Los indicadores de llegadas y pernoctaciones de foráneos caen a tasas del 10% interanual y no presentan visos de mejorar demasiado. La explicación es clara, en Alemania o Reino Unido (los dos grandes mercados emisores) también hay crisis y alemanes y británicos harán lo mismo que los españoles: quedarse en su casa.
Los empresarios asumen que los turistas, nacionales o extranjeros, han cambiado de hábitos. Ahora los desembolsos son muy reducidos. Frente a esa menor predisposición al gasto el sector ha iniciado una guerra de precios. Batalla generalizada en todos los ámbitos del negocio menos en el de ocio (parques temáticos, campos de golf, etc.), que se beneficia de las alternativas de proximidad y el de alquiler de vehículos.
El renting vive un escenario curioso, pues ante la restricción del crédito sólo las grandes empresas han podido renovar sus flotas, en detrimento de las pequeñas compañías. Esas rebajas obligadas continuará en verano.