Un Harry Potter enamorado aspira a conquistar la cartelera de verano y a reeditar su éxito mundial

El peligro está cerca y no hay tiempo que perder. El mago más famoso del mundo tiene que prepararse para vencer al-que-no-debe-ser-nombrado y para ello Dumbledore, el director del colegio Hogwarts, le lleva a descubrir los más intrínsecos secretos del pasado para encontrar una pieza que arme el rompecabezas y que permita destruir definitivamente el mal, que quiere apoderarse del mundo mágico y también del muggle (humano). Amenaza con extinguir a todos los “sangre sucia” que se crucen a su paso.

La sexta entrega de la historia creada por J.K Rowling, Harry Potter y el Misterio del Príncipe, llega a las salas españolas para llenar de suspenso, humor y amor a los seguidores de la saga, quienes se encontrarán ante abundantes escenas lúgubres que buscan crear el clima de misticismo y terror propio de los últimos enfrentamientos.

En esta ocasión, la magia, elemento esencial de estos filmes, se verá eclipsada por el romance que tanto Potter como sus mejores amigos, Ron Weasley (Rupert Grint) y Hermione Granger (Emma Watson), mantendrán en medio de las clases y de una situación de caos total dentro del colegio de magia y hechicería. Justamente allí, Voldemort ya ha conseguido introducir a un ferviente seguidor que le ayudará a ejecutar sus planes, entre los que figura aniquilar a un mago muy importante.

Este es el punto de partida del esperado filme, sexta entrega de una de las series fílmicas más importantes de la historia del cine y la literatura. Vuelve Harry Potter, sí, pero el personaje, que ha ido creciendo en los textos de J.K. Rowling y en la gran pantalla ya no es el inocente niño de las primeras entregas, sino un adolescente que se enfrenta a situaciones mortales y a problemas de amor.

Hechizos en taquilla

Problemas a los que se ha enfrentado el director de la película, David Yates, quien ya firmó los dos últimos episodios y quien se encargará de cerrar la serie. “Esta es la película más graciosa, ingeniosa y romántica”, destaca. “También es más madura, más para jóvenes que para niños", añade. Yates tuvo que poner orden en el set de grabación a la hora de grabar determinadas escenas románticas, como el esperado beso entre Hermione y Ron, los dos amigos de Harry, quien a su vez, debe elegir entre la lealtad a un amigo o el amor.

A falta de ver la respuesta que pueda obtener esta apuesta romántica en la taquilla, todos los analistas coinciden en que la sexta parte de Harry Potter volverá a ser el boom comercial de la temporada veraniega. El joven mago ya ha reportado más de 3.000 millones de euros para la productora, le ha dado una fortuna a J.K Rowling calculada en poco más de 700 millones de euros y ha convertido la saga en la más vista, sólo superada por las películas del agente 007.

David Yates lleva ya cinco meses trabajando en la adaptación de Las Reliquias de la Muerte, el séptimo y último libro de la saga. Warner Brothers ha decidido dividir en dos este episodio. El primero de ellos será estrenado el 19 de noviembre de 2010, y el segundo el 12 de julio de 2011.