Caen las sanciones

Las ocho viviendas en construcción tienen además un expediente sancionador abierto por el Ayuntamiento. El más antiguo de todos se abrió hace unos cinco años, confirmó Francisco Alba, y estaba en fase de ejecución, pero no se había sancionado al propietario. Ninguno de esos expedientes había sido cerrado, lo que evidencia la lentitud de unos procedimientos administrativos que no ayudan a concienciar de los problemas que acarrea saltarse las normas urbanísticas. El Ayuntamiento de Conil decidió el año pasado remitir cada expediente a la Fiscalía para que actuara en consecuencia, y lo vienen haciendo desde el pasado noviembre. Esa mayor beligerancia contra la construcción ilegal ha traído sus primeras consecuencias, como reconocía el edil de Urbanismo. «Hemos pasado de abrir más de un centenar de expedientes al año, a tener nueve desde noviembre hasta la fecha».