Los residentes de Guadabajaque denuncian el abandono de la laguna de Torrox
Las carreras de motos y el deterioro de la zona son las principales quejas
| JEREZ Actualizado: GuardarA pesar de tratarse de una zona habitada relativamente nueva, los vecinos de Guadabajaque están cada vez más preocupados por el deterioro de la laguna de Torrox y sus alrededores.
La plantación de pinos y demás arbolado autóctono que se llevó a cabo no hace mucho supuso la satisfacción para todos los jerezanos cuyas nuevas viviendas se situaban en esta zona. Sin embargo, las continuas protestas y el malestar colectivo han eclipsado este bienestar inicial y se han sustituido por una multitud de quejas por parte de sus vecinos.
Los paseos matinales de muchos habitantes de esta zona han agravado cada vez más los problemas con los que el entorno cuenta. La sequedad del lago y del césped, la falta de barandillas por determinadas zonas del agua, la inacabada carretera que cruza el lago, las pintadas por los distintos rincones o las amplias grietas del adoquinado son algunas de las principales protestas establecidas.
No obstante, las carreras de motocicletas nocturnas suponen una de las quejas más demandadas por los residentes, así como el estado de la pavimentación que rodea al lago, qie también presenta un estado lamentable. A ello se une la aparición de muchos árboles cortados y plantados en una zona que aún no ha sido habitada. Lo cierto es que un simple vistazo por este paraje permite descubrir que existe una dejadez generalizada.
Por otra parte, la acumulación de basuras y la falta de mantenimiento en general son otras de las cuestiones que denuncia el vecindario. Y es que a pesar de la corta vida de la urbanización, que apenas alcanza cuatro años, la comunidad se muestra cansada de demandar continuamente la ausencia de servicios y atención por parte del Ayuntamiento de la ciudad.
Consecuencias
La falta de medidas para paliar esta situación y el panorama actual están llevando a la desvalorización de la zona. Además la ausencia de actividades y la falta de carteles indicativos se suman al malestar colectivo de aproximadamente unas 400 viviendas unifamiliares.
Según fuentes vecinales, «el problema es que se está desvalorizando la zona y el nivel ha disminuido mucho, porque esto comenzó siendo una zona envidiable y de buenas a primeras se ha convertido en un lugar aparentemente abandonado».