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Las obras continúan junto a la ermita de Santa Clara ./ J.O.
EL PUERTO

La ermita de Santa Clara estará rehabilitada a finales del presente año

J. O.
| EL PUERTOActualizado:

La ermita de Santa Clara está en vías de recuperar su imagen. Tras años de abandono, el monumento está inmerso en unas obras de rehabilitación que la empresa Canales, Caminos y Puertos ha comenzado recientemente. La actuación, encaminada a devolverla a su estado original, rescatando elementos originales como las tejas, tiene un plazo de ejecución de seis meses y un presupuesto de 700.000 euros procedentes del Plan E.

El alcalde, Enrique Moresco, y el concejal de Mantenimiento Urbano, Alfonso Candón, visitaron ayer el lugar para comprobar in situ la marcha de los trabajos. Moresco declaró que la restauración de la ermita «es un compromiso histórico» para la ciudad, el cual enmarcó dentro del plan de revitalización urbanística y social del Barrio Alto.

El primer edil recordó que el monumento se convertirá en un centro municipal que tendrá usos culturales, si bien «habrá que esperar a verla totalmente terminada para determinar cuáles son los más adecuados». Lo que sí confirmó es que el templo será el punto de partida de la futura ruta turística de arte sacro. Además, muy posiblemente, será la sede de la Hermandad del Rocío.

Durante la visita, se dio a conocer un hallazgo de carácter arqueológico que no va paralizar las obras al encontrarse en el exterior del templo pero que arrojará luz a la historia de la ciudad. Se trata de siete tumbas que podrían ser de ilustres ciudadanos judíos.

Parte de la importancia del descubrimiento radica en que en España apenas se conservan enterramientos hebreos, por lo que, si se confirma este hecho, se demostraría que El Puerto acogió a un importante núcleo poblacional judío medieval. Las investigaciones apuntan a que antes de que se construyera la ermita en el siglo XVI, en el enclave existía ya un edificio de carácter religioso. Esta teoría se apoya en que estos terrenos albergaron el primer cementerio de la ciudad, pues el actual es una ampliación posterior. Tumbas de época visigoda encontradas en 2006 refuerzan estas tesis.