El adolescente que mató a su padre en Puerto Serrano es condenado a cinco años

El juez de Menores de Jerez, José Miguel Martínez González del Campo, ha condenado al parricida de Puerto Serrano a cinco años de internamiento, más cuatro de libertad vigilada y otros dos de alejamiento con respecto a tres de sus víctimas, a las que no podrá acercarse a menos de 300 metros. En el juicio, celebrado en la mañana de ayer, el menor de 17 años se declaró autor de la muerte de su padre, de la agresión a otro joven y del intento de agresión a dos más, todas ellas ocurridas el pasado 1 de enero. Además, tendrá que hacer frente a la indemnización de 6.000 euros.

Durante la vista, el magistrado relató cómo la madrugada del citado día el condenado se abalanzó en un bar sobre un vecino de su pueblo con el que tan sólo cruzó una mirada, y le asestó varias puñaladas que a punto estuvieron de causarle la muerte, de no ser por la rápida intervención de los servicios sanitarios. Una de las puñaladas alcanzó la yugular de la víctima, que fue atacada porque según el adolescente, le miró mal.

El chico también intentó agredir a otro joven que se interpuso en la reyerta, así como a un tercero que lo presenció todo desde su coche, aunque éstos dos lograron escapar. Seguidamente acudió a su casa y, tras discutir con su padre, lo persiguió por varias calles de Puerto Serrano hasta que lo alcanzó y lo apuñaló de forma mortal.

El acusado, como se ha señalado anteriormente, ratificó los hechos por lo que se le condenó a cinco años de reclusión y no a ocho, como había solicitado el Ministerio Fiscal en un principio. No obstante, ésta no fue la única pena impuesta, ya que también se le juzgó ayer por otros dos delitos de hurto y lesiones.

En el primero de los casos, el joven compartió banquillo con un primo suyo que participó en el hurto y que también se confesó autor del mismo, ocurrido en el pasado mes de agosto cuando se apropiaron de un coche valorado en 600 euros en la localidad de Olvera. Para este delito, el juez condenó a ambos a 40 horas de trabajos en beneficios de la comunidad.

En lo que respecta a las lesiones, esta vez en solitario, al parricida le cayó la pena de un año de libertad vigilada, por infringir heridas de consideración también con arma blanca a otro joven, en junio del pasado año en una discoteca de Bornos. El agredido sufrió diversos daños en la cara que tardaron 28 días en curar, con secuelas graves especialmente a nivel estético.

Un conocido de la Justicia

El autor confeso de todo lo relatado anteriormente cumplirá condena en un centro de menores de Almería, donde ya se encontraba recluido por haber herido con una navaja a otro joven en el pasado 2007.

adoña@lavozdigital.es