Autoescuelas
| CádizActualizado:La crisis casi está exenta de culpa en los problemas de las autoescuelas, pues éstos están enraizados en dos hechos. Son la gran disminución de la natalidad en los años 80 y 90 y surrealistas decisiones políticas que han permitido que el examen teórico (en los últimos años) sea casi simbólico (por tan fácil), dando lugar a que el trabajo de casi una década se haya hecho en menos de un lustro. Por parte, eso sí, de las grandes autoescuelas.
Tópicos: «Es necesaria la intervención del Gobierno». Qué original, ¿es que nunca vamos a crecer? ¿Papá Estado? No, gracias.
Y prejuicios, pues afirman algunos que los negocios de carácter o tipología familiar «no están capacitados para llevar a cabo grandes inversiones». ¿Por qué? ¿Cómo se atreven? ¿Se dan cuenta de que está insultando a la mayor parte de quienes le han votado?
Otra perla de prejuicio, ¿o de insulto?, cuando se afirma que en las autoescuelas no se trabaja la actitud. Pues, al contrario de lo que piensan algunos, en las de muchos colegas, entre los que me cuento, lo hemos hecho siempre.