El Castillo del tiempo

¿Quién dijo que era imposible viajar a través del tiempo? Vivir en primera persona la Reconquista, la era del Descubrimiento o el auge bodeguero está al alcance de cualquier gaditano y turista que se acerque a visitar el Castillo de San Marcos, en El Puerto. Por fantástico que parezca, Alonso Pérez, último caballero de la extinta Orden de Santa María, o el mismísimo Cristóbal Colón reviven cada fin de semana para hacer de anfitriones de uno de los emblemas de la ciudad.

El Grupo Caballero, propietario del monumento portuense, ha decidido imprimir mayor dinamismo a sus visitas culturales de la mano de Descubre el Sur, una empresa turística que desde este verano organiza visitas teatralizadas todos los sábados a las 13.00 horas para grupos de poco más de 55 personas. Realismo, participación del público, rigor histórico y buen humor son los pilares básicos de una actividad que está teniendo una muy buena acogida. Tanto es así que la empresa está ya trabajando en ampliar el horario.

Nada más acceder a la fortaleza, el mago Myrdin le da la bienvenida a los visitantes dándoles una pequeña introducción de su devenir histórico. A continuación, el cartógrafo Alí les conduce por los vestigios árabes del castillo: desde la antigua mezquita rodearán las murallas hasta llegar al pati de los naranjos, donde realizaban las abluciones.

De forma abrupta e inesperada llega la conquista castellana. Alcanatif pasa a ser Santa María del Puerto tras la llegada de las huestes de Alfonso X. El mencionado Alonso Pérez es el cicerone de este apasionante periodo en que nació la milagrosa leyenda de la patrona más antigua de Andalucía. El último caballero de la Orden de Santa María enseñará la parte cristiana mientras busca a un sucesor. Alonso evoca los tiempos del Rey Sabio y sus preciosas Cantigas en la Torre del Homenaje.

Cristóbal Colón y su compañero de aventuras Juan de la Cosa, autor del primer mapamundi que incluía el Nuevo Mundo, son los encargados de reconstruir la gran época de esplendor de la Ciudad de los 100 Palacios. El papel de los duques de Medinaceli, la construcción de la Carabela Santa María o las casas de los prósperos cargadores de Indias son algunas pinceladas de aquel añorado siglo dorado que protagonizó la Bahía.

La actividad rememora también los tiempos en que el castillo fue la prisión donde penaban los condenados a las Reales Galeras, que tenían su sede en El Puerto. Un galeote hace que los viajeros de este túnel del tiempo vivan casi en sus propias carnes la desdicha padecida por unos presos que eran condenados por delitos que hoy consideraríamos bárbaros. El crimen por el que fue sentenciado nuestro galeote es toda una sorpresa.

El recorrido termina, como no podía ser de otra manera, en la bodega anexa al monumento, donde los visitantes disfrutarán de una degustación de vinos típicos portuenses. El portugués Luis Cavaleiro, fundador de las bodegas Caballero, es el guía de excepción. El pionero del emporio bodeguero muestra la impronta dejada en forma de autógrafos y agasajos por ilustres personajes que visitaron el Castillo de San Marcos, desde el poeta Rafael Alberti, el porteño más universal, al celebérrimo astronauta español Pedro Duque.