Zelaya y Micheletti se niegan a un cara a cara para solucionar la crisis
Actualizado: GuardarLa inflexibilidad de las partes amenaza con el fracaso de la mediación que inició el jueves el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para hallar una salida a la crisis en Honduras. «Todavía hay intransigencia de ambas partes. No creo que esta vez vayamos a ver humo blanco», adelantó ayer el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. «Me anunciaron de madrugada que las cosas se habían puesto bastante rígidas», reveló.
Por su parte, Arias, el mediador, explicó que «si bien un diálogo puede obrar milagros, no será instantáneo». El mandatario costarricense fue convocado por su experiencia en las negociaciones para la paz en Centroamérica, que le valieron el Premio Nobel de la Paz (1987). Ahora reconoce que la crisis de Honduras necesitará más tiempo del que se había previsto. Su canciller, Bruno Stagno, coincidió en que hay «mucha intransigencia» de las partes, que se mantienen «antagónicas». El ministro reveló que Arias recibió la llamada de la secretaria de Estado de EE UU, Hillary Clinton, y del canciller español, Miguel Ángel Moratinos, interesados por conocer detalles de una gestión que aún no arroja ningún resultado concreto.
Antagonistas
Sin los antagonistas principales, las comisiones de las partes se reunieron por segundo día consecutivo ayer en San José. Tras su encuentro con Arias el jueves, el presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, partió rumbo a República Dominicana, donde fue recibido por su colega, Leonel Fernández, y dejó en la mesa a sus delegados.
Zelaya sostuvo que el diálogo «abrió una ventana» y se manifestó confiado en alcanzar una solución. También aseguró que Washington no está involucrado en el golpe. «Me consta su rechazo total» a los golpistas, dijo en rueda de prensa. Por su parte, Roberto Micheletti, cabecilla del Gobierno provisional, dijo estar «totalmente satisfecho» con el diálogo, pero mantuvo la negativa a devolver el cargo al mandatario depuesto.
Micheletti y Zelaya no tuvieron una cita cara a cara en San José. Sólo después de la cumbre entre Arias y Zelaya, el presidente interino aceptó ir a la residencia del gobernante costarricense para su propia cita. A la salida, Micheletti dijo que si era necesario regresará a San José y partió de vuelta a su país dejando una comisión de representantes que deberán analizar propuestas de salida.