Polémica comunión
El primer ministro de Canadá, protestante, en el ojo del huracán por simular el sacramento en una misa de Estado
Actualizado: GuardarNueva York
Demasiado lejos llegó el primer ministro de Canadá, el conservador Stephen Harper, en su afán por quedar bien ante sus ciudadanos. Consciente o no de que el rito de la comunión es uno del momento más sagrado para los practicantes católicos, Harper se olvidó de su condición de devoto protestante y, durante la misa funeral de un ex jefe de Estado, se levantó de su asiento y acudió a comulgar como si tal cosa. Algo debió pasársele por la cabeza en los momentos previos a recibir el sacramento porque en lugar de ingerir la hostia la ocultó hábilmente con su mano detrás del programa de la ceremonia y, en otro fugaz movimiento, la guardó en el bolsillo de su chaqueta. Así de claro y con una sangre fría digna de un prestidigitador aparece en un video colgado en Youtube, uno de los más visitados en esta Web.
La grabación se centra durante unos breves instantes en Harper, antes de que la transmisión se corte, pero en ningún momento se observa al primer ministro consumir la hostia. Nadie espera que Harper se vea forzado a dimitir por su «escandalosa» conducta, como la calificó un alto responsable de la Iglesia católica, pero su acción ha encendido una animada y, a ratos agria, discusión sobre su «inexcusable» falta de respeto a millones de creyentes. La respuesta de Harper no se ha hecho esperar y ha optado por negar la mayor. Por boca de su portavoz aseguró que nunca guardó la hostia ni fingió recibir la comunión. Algo que contradice las imágenes y que además podría añadir un grave pecado, incluso desde sus creencias protestantes, a su lista de agravios.
El mandatario manda un mensaje claramente beligerante a la jerarquía católica que le ha pedido con insistencia que aclare lo sucedido. Monseñor Brian Henneberry, vicario general en la provincia de Nueva Brunswick, fue directamente al grano. «Si yo fuera el primer ministro, ofrecería una explicación para decir que no quería ofender a nadie y clarificar lo que sucedió a la hostia consagrada», declaró.
Otros integrantes de la curia canadiense denunciaron en distintos medios de comunicación la decisión de Harper de participar en la eucaristía. «En la fe católica romana decimos que los católicos romanos son los únicos que deberían presentarse para comulgar porque creemos que estamos consumiendo el cuerpo y la sangre de Jesucristo», dijo el representante de la archidiócesis de Toronto.
Dimitri Soudas, portavoz del gobernante, mantiene la tesis de que la imagen solo muestra lo que sucedió en un momento de la comunión y que Harper sí consumió la hostia. «Desgraciadamente, la cámara no se mantuvo el suficiente tiempo sobre el primer ministro», pero él «es un cristiano y cuando el prelado le ofreció la comunión, la aceptó y la consumió».