El parricida será juzgado el próximo lunes en Jerez

Tal y como ocurriera con la quema de Juan y Juana, la tradicional Chistorrada, prevista para el próximo 15 de agosto, tampoco podrá celebrarse este verano debido a la escasez de recursos económicos que sufre la Federación de Peñas, encargada de organizar la fiesta desde hace ya ocho años.

El pasado sábado tuvo lugar una reunión a la que asistieron los 16 presidentes de las distintas peñas puertorrealeñas y la Junta de la Federación para debatir junto al concejal de Fiestas, Salvador Catalán, la Chistorrada 2009. Debido a la suspensión de pagos por parte del Consistorio a las distintas entidades de Puerto Real, la Federación de Peñas considera que este año no cuenta con el suficiente dinero para poder llevar a cabo dicha fiesta. Una fiesta que supone algo más de 4.000 euros, gastos relacionados con el pago de los 25 barriles de cerveza y más de 300 kilos de chistorra que cada año se consumen.

Según informa el presidente de la asociación, Juan Montero, desde el Ayuntamiento se propone establecer un precio popular para que la chistorrada pueda celebrarse, medida que desde la Federación rechazaron «ya que cobrar a los puertorrealeños en esta fiesta no es propio del carácter que cada año ha adquirido la celebración».

El joven acusado de acabar con la vida de su propio padre el pasado 1 de enero en Puerto Serrano se verá las caras con la Justicia el próximo lunes 13 de julio. La vista tendrá lugar en el Juzgado de Menores número 3, con sede en Jerez, y el imputado de 17 años deberá enfrentarse no sólo al delito de homicidio, sino también a otros dos de amenazas y a uno de tentativa de homicidio ocurridos presuntamente el mismo día contra otras personas, además de un delito de lesiones y otro de hurto de uso correspondientes a una fecha anterior.

En el escrito de calificación del Ministerio Fiscal, al que este periódico ha tenido acceso, se relata cómo en la madrugada del día de autos el chico estuvo consumiendo bebidas alcohólicas en diversos bares de su pueblo, «sin que conste que tuviera anuladas sus facultades intelectivas ni volitivas». Sobre las 6.30 horas, como consta en la parte de alegaciones del documento, a la salida de un pub el joven se quedó mirando a otro y supuestamente sin mediar palabra poco tiempo después le asestó varias puñaladas, ocasionándole heridas de gravedad que pudieron causarle la muerte de no ser por la rápida intervención de los sanitarios.