Cortesía de la casa
Actualizado:EEl anfitrión de los líderes del G-8, que todavía tiene tratamiento de Cavaliere, sigue creyendo en la elegancia social del regalo. A cada uno de sus ilustres huéspedes les obsequió con un libro sobre el escultor Antonio Canova de 25 kilos de peso, encuadernado en mármol de Carrara. ¿Cómo se puede rechazar una dádiva así? Lo más que se puede pedir es que la acompañe otra, en forma de carretilla. Ni siquiera las obras completas de García Posada serían comparables en pesadez, pero no cabe duda de que Berlusconi es una criatura original, que ha patentado un estilo único: le gustan las mujeres ligeras y los regalos pesados. Aunque esté pendiente de la investigación a Giampaolo Tarantini por corrupción a inducción a la prostitución, tiene tiempo para todo y de momento ha frenado el Barigate, también conocido como Putanópolis. Lo importante no es la atmósfera moral, sino el cambio climático.
Se ha acordado frenar su avance, pero sin prisas, que podrían aumentar el calor. Las grandes potencias se van a tomar con tiempo la cuestión de que el tiempo cambie y se proponen reducir las emisiones de CO-2 un 80% para el año 2050, cuando todos los líderes agrupados tengan enormes probabilidades de haberse quedado más fríos que el mármol de Carrara que van a llevarse para sus casas o para la Casa del Pueblo, según.
Eso de remitir los grandes problemas y solucionar los pequeños es sin duda una buena táctica. Los difuntos no votan y el que venga detrás que arree. De momento Il Cavaliere está subiendo en los sondeos electorales y en el foro de los 17 países más contaminantes sigue habiendo grandes discrepancias. No todos forman parte de la cumbre de los ricos.