Más de dos años para abrir un centro

El rosario de trámites y la fuerte inversión han sido los principales condicionantes de la ampliación de la red de guarderías en la provincia. La apertura de un centro infantil es lleva de año y medio a dos años, siempre que no se produzcan incidencias. Ése es el cálculo del coordinador andaluz de educación de la Asociación de Centros de Economía Social (ACES), Blas Miguel Rodríguez, que representa a más de un centenar de guarderías en la región.

El proceso comienza con una solicitud al ayuntamiento correspondiente y a la Consejería de Educación. «El trámite municipal es el más rápido, el principal atasco se encuentra en la Junta, dada la enorme burocracia que hay que soportar», lamentó Rodríguez, que ha abierto ya tres escuelas infantiles.

Desde que pides el permiso hasta que Educación responde puede pasar un año. Durante ese tiempo los empresarios suelen iniciar las obras y luego corregir sobre la marcha lo que dicte el Ente Público de Infraestructuras, responsable de dar luz verde a los proyectos.

«Esta lentitud ha hecho que muchos emprendedores se echen atrás dado los largos plazos que hay que soportar», insiste. Pero una vez terminada la obra y con el permiso de la Junta, hay que esperar la firma de la resolución del proyecto y su publicación en el BOJA, «que también tiene su demora», asegura el responsable educativo de ACES.

El coste medio ronda los 500.000 euros sin contar con la compra del suelo. Para ello los ayuntamientos han firmado un convenio con el colectivo Cepes y la Junta para ceder terreno público para levantar escuelas infantiles que luego mantendrán concierto con la Administración autonómica.