Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
vuelta de hoja

Austeridad

MANUEL ALCÁNTARA
Actualizado:

El comedimiento en los gastos lo está pidiendo a voces todo el mundo responsable, pero no cuentan con los sordos ni con los golfos. En su tercera encíclica, el Papa Benedicto XVI, llamada Caritas in veritate, reclama más solidaridad y la reforma del orden financiero mundial, que es mentiroso y ajeno a la piedad. Por su parte, que es la que nos toca a todos más directamente, el Instituto de Estudios Económicos pide al Gobierno español austeridad en el derroche, o sea que repare en nuestros gastos, ya que va a llegar un momento en el que no puedan esquilmarnos más.

Coinciden estas peticiones con la divulgación de las tropelías de algunos altos cargos, escogidos minuciosamente entre gente de baja estofa. Al señor Saiz, sustituido por el señor Sanz, para poder ponerle los puntos sobre las íes, se le acusa de reformar su casa con fondos del CNI. Defiéndase el acusado. Eso de hacer tarimas flotantes en su hogar mientras se hunde la economía nacional, merece una explicación. También lo de utilizar agentes del Centro como albañiles, para hacerle una tarima, con la finalidad de no tener que agacharse para recoger sus tomates.

¿Dónde queda el asunto del árbitro de la elegancia valenciana, al que sólo se le reprocha que sea el calvo con más trajes de su autonomía? Nuestro problema fundamental es de moral. Damos un número excesivo de sinvergüenzas por metro cuadrado.

Nunca hemos sido deficitarios, la verdad sea dicha, pero estamos batiendo la plusmarca en esta época de crisis. Estado, Ayuntamientos y Comunidades tienen una deuda contable de 43.000 millones de euros. Son tiempos donde les va mal a todos los que trabajan. El único oficio con halagüeñas perspectivas de futuro es el cobrador del frac, que también viste como el señor Camps.