Nuevo paso de la química del sexo

Hace apenas diez años los trastornos sexuales se trataban en terapias o se ocultaban a la pareja disimulados tras una pérdida del deseo atribuida a la edad. De pronto se encendió una luz con la salida al mercado de un fármaco milagroso que curaba la disfunción eréctil y se empezó a hablar de una segunda juventud bajo las sábanas. Viagra, la marca que comercializa los laboratorios Pfizer, supuso una verdadera revolución azul que no sólo se centraba en la disfunción eréctil, sino que abrió la mano a nuevas experiencias y combinaciones explosivas con otro tipo de sustancias.

A aquella primera idea le sigue ahora un nuevo remedio químico para la eyaculación precoz que hasta ahora se había tratado con antidepresivos, tranquilizantes y terapias de relajación. Entre el 30% y el 40% de los hombres sufren este problema en algún momento de su vida, según la Asociación Española de Medicina Sexual, lo que no en pocas ocasiones conlleva la ruptura de la pareja y situaciones dolorosas y frustrantes.

Los especialistas comienzan a familiarizarse con este medicamento cuya base de acción es la dapoxetina cuya misión es regular la transmisión de serotonina, la sustancia responsable de las sensaciones de felicidad y euforia. El nuevo tratamiento se llama Priligy y sólo se puede adquirir con receta médica, pero eso no ha evitado que las farmacias comiencen a hacer acopio de mercancía desde que ayer mismo se diera luz verde para su comercialización.

Comercialización

En Cádiz eran apenas cuatro las boticas que disponían del fármaco que llega en dos presentaciones de 30 y de 60 miligramos. El coste supera los 35 euros en el caso del primero y los 45 en el segundo, un precio bastante elevado si se tiene en cuenta que la caja sólo incluye tres comprimidos. La farmacia Álvarez González, situada en Varela, atendió durante la mañana a varios clientes preguntando por la famosa pastilla. «Todos por teléfono y sin identificarse», puntualizó uno de los trabajadores. El pedido llegó por la tarde, lo que la convierte en una de las primeras en disponer de él.

En otra botica de La Paz habían vendido la primera caja pasado el mediodía. Pocas más la habían incluido en sus pedidos. Las cooperativas farmacéuticas lo tienen ya en almacén dispuesto para su venta. «Se trata de un medicamento que genera una gran expectativa, aunque sólo se puede comprar con receta», aseguraron desde la distribuidora jerezana Xefar. Cecofar también lo tiene y desde hace algunos días surte de mercancía la demanda de la provincia.

«El producto no es nuevo», explica el doctor Manuel López Doña, ginecólogo del Puerta del Mar y profesor de Sexología de la UCA, ya se utilizaba en otros países como Portugal, Austria o Alemania. «Tampoco puede ser considerado como un potenciador sexual en personas sin trastornos», tal como ha ocurrido con Viagra, Levita o Cialis, que se centran en la dilatación de los vasos sanguíneos para conseguir la erección.

López Doña asegura que cada vez es más común que los hombres hablen con libertad de sus problemas sexuales. «Generalmente suelen planteárselo a médicos de cabecera, urólogos o incluso ginecólogos. Las vergüenzas del principio están superadas».