La ONU pide «contención» para evitar más víctimas

La alta comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos. Navi Pillay, se mostró ayer «alarmada» por los enfrentamientos en la región autónoma china de Xinjiang y definió como «una tragedia mayor el alto número de personas asesinadas en menos de un día de disturbios». Llamó por ello a las autoridades «a contenerse y a no extender la violencia y la pérdida de vidas».

Pillay añadió que reconocía «perfectamente el derecho a mantener el orden», pero recordó a las fuerzas de seguridad que «sólo deben usar la fuerza cuando sea estrictamente inevitable y siempre para proteger vidas». Tras señalar que «las circunstancias en que se produjeron los crímenes no son del todo claras», se preocupó también por los detenidos, que, recordó, «deberían ser tratadas adecuadamente y enjuiciados mediante un proceso que esté en línea de las leyes chinas y los estándares internacionales de derechos humanos».

En la misma línea, el ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, hizo un llamamiento a la «moderación y el diálogo», tanto al Gobierno como a los manifestantes iugures, al tiempo que expresó su preocupación por la cifra de víctimas y reclamó «transparencia» para conocer lo ocurrido con detalle.

Desde Alemania, la canciller, Angela Merkel, manifestó ayer que piensa «aprovechar la ocasión» que le ofrece la cumbre del G-8 que se inicia hoy en Italia para interpelar al presidente chino, Hu Jintao, acerca de los disturbios. Después de indicar que «sigue estando completamente claro» que su país apoya la unidad de China, recordó también que Pekín «debe garantizar los derechos de las minorías». Merkel adelantó que habrá «una reacción europea» sobre los disturbios.