Cumbre en l'aquila

El G-8 cree que lo peor de la crisis económica ha quedado «a nuestras espaldas»

L'AQUILA (ITALIA) Actualizado: Guardar
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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi ha afirmado como anfitrión del G-8 que lo peor de la crisis económica queda "a nuestras espaldas" y que los líderes de los países más desarrollados y Rusia quieren mandar en este sentido un mensaje de confianza.

En una rueda de prensa celebrada en L'Aquila, donde hasta el viernes se celebra la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G8, Berlusconi explicaba que en las economías de las potencias mundiales se están registrando "signos de mejora".

Desde aquí "queremos mandar un mensaje de confianza: la crisis, en su parte más dura, queda ya a nuestra espalda", decía el primer ministro italiano como presidente de turno del G-8 (EEUU, Francia, Canadá, Alemania, Japón, Italia, Reino Unido y Rusia).

"Hemos analizado la situación de cada país y hemos constatado que en todos lados hay señales de mejora: hemos decidido que es importante mantener el apoyo al sistema bancario, de cualquier modo, al sistema manufacturero y a quien ha perdido su puesto de trabajo", añadía.

Otra cumbre

El primer ministro italiano ha informado además de que los líderes del G8 están barajando la posibilidad de celebrar otra cumbre al más alto nivel antes de finales del año, encuentro que, según Berlusconi, puede celebrarse de nuevo en L'Aquila, una de las ciudades más afectadas por el seísmo del pasado abril que dejó 299 muertos.

El presidente italiano ha dicho que mañana ante la reunión que mantendrán con los líderes de las potencias emergentes (G-5), Brasil, México, Suráfrica, China e India, sobre cambio climático, el G-8 debe mostrarse "unido" para lograr compromisos por parte de estos países.

"Hemos alcanzado una posición común sobre el clima que discutiremos mañana con los países emergentes. Tanto Europa como Estados Unidos estamos firmemente a favor de la reducción de las emisiones de anhídrido carbónico", incidia Berlusconi.

Sobre la ayuda a los países pobres, el primer ministro italiano ha informado de que durante las reuniones de este miércoles se ha acordado "aumentar las ayudas económicas" para incrementar el número de vacunas y potenciar un mayor control para que esos fondos lleguen a su destino.

Berlusconi comentaba además que estaba "orgulloso de haber hecho casi un milagro" al llevar el G-8 al epicentro de la tragedia del seísmo, a pesar de comentarios filtrados a la prensa inglesa que advertían que los países participantes no estaban contentos con la organización de la cita, organizada justamente por el primer ministro que se ha encontrado en las últimas semanas en el ojo del huracán por la supuesta relacióncon una menor de edad.