Detenidos en Conil nueve narcos que usaban motos acuáticas para alijar droga

Hasta la provincia de Cádiz se ha desplazado un grupo de agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Zamora siguiendo la pista a un grupo de traficantes, supuestamente responsable de poner en circulación partidas de hachís en el mercado del narcotráfico de esa zona del país. La primera actuación ha sido el arresto de nueve integrantes de esa red, que utilizaban la costa gaditana para introducir la mercancía que previamente adquirían a los narcos marroquíes. La investigación judicial la lleva un juzgado de Toro, aunque al cierre de esta edición se desconocía si los arrestados serían llevados hasta la localidad zamorana para prestar declaración ante el juez o bien la toma de manifestaciones se harían en suelo gaditano.

Las nueve detenciones se produjeron en la tarde-noche del pasado lunes en Conil. Los agentes ya sabían que los implicados tenían previsto acometer un nuevo alijo en esa jornada. Esta red que acaba de ser desmantelada utilizaba un método alternativo a las potentes lanchas neumáticas y a las infraestructuras humanas a pie de playa para la descarga de la droga y posterior traslado a un almacén. Según pudo saber este periódico, estos traficantes empleaban motos acuáticas para introducir el hachís por la costa y levantar menos sospechas.

Pero ese tipo de transporte tiene menos capacidad que una embarcación zódiac para realizar un único viaje desde las costas marroquíes. Al parecer, las pesquisas del Instituto Armado apuntarían a que los encargados de tripular las motos cargaban la droga desde una embarcación fondeada en alta mar, que haría las funciones de nave nodriza.

El lugar elegido para la entrada y salida de las motos era el puerto deportivo de Conil, que al igual que el resto de dársenas de estas características que funcionan en la provincia carecen de una vigilancia policial permanente; lo que las ha convertido en piezas fundamentales dentro de las estructuras que montan los narcos para que funcione su negocio.

La investigación está aún en fase de desarrollo y no se limitaría geográficamente a Zamora y Castilla y León. Según fuentes consultadas por este periódico, entre los miembros de la supuesta red habría traficantes gallegos; lo que podría indicar que la mercancía que se alijaba en Cádiz no se quedaba sólo en la comunidad castellana y también serviría para abastecer la demanda de redes gallegas.

En la actuación que realizaron los agentes el pasado lunes se incautaron de 200 kilos de hachís que iban en dos motos acuáticas también requisadas.

Este tipo de operaciones vienen a confirmar que el litoral gaditano, como puerta de entrada de cargamentos de droga, no sólo es explotada por los lugareños sino que también se desplazan miembros de redes que operan en otros puntos del país para hacerse con la droga sin tener que contratar 'intermediarios' para alijarla en la playa.

En otro orden de cosas, las críticas sobre el funcionamiento del Sive prosiguieron ayer. Esta vez fue la Federación Provincial de Lucha contra las Drogodependencias (Redein) la que subrayó las carencias de medios humanos y materiales que tiene, a su juicio, el sistema para que pueda ser un blindaje seguro de la costa. Aunque apuntó a la colaboración internacional para frenar el tráfico de drogas y personas en el Estrecho: «la verdadera operatividad está en la prevención y coordinación entre España y Marruecos para que no se produzcan salidas desde el país vecino, con acuerdos bilaterales».

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