Argentina cierra por la gripe
Colegios y oficinas quedan vacíos y los hospitales se abarrotan de afectados por un virus que ha causado ya 60 muertos y cien mil enfermos
| BUENOS AIRES Actualizado: GuardarCon las clases suspendidas en todos los niveles de enseñanza y cierres parciales en la Administración pública y empresas privadas, los argentinos iniciaron ayer unas obligadas vacaciones de invierno. El aislamiento fue la rotunda propuesta de las autoridades gubernamentales para afrontar una virulenta epidemia de gripe A que arroja un saldo de 60 muertos en poco mas de un mes y que podría haber infectado ya a más de cien mil personas.
Mientras los ministros de Salud del país y de las provincias se reunían para evaluar si se profundizaban las restricciones a la circulación de personas y se aumentaba el suministro de antivirales a quienes manifestaran los primeros síntomas, las Fuerzas Armadas eran alistadas para involucrarse en el operativo con sus propios hospitales -fijos y móviles-, sus médicos y ambulancias y medios de transporte.
Un referente de la organización no gubernamental Red Solidaria, que trabaja codo a codo con autoridades sanitarias en esta emergencia comentó ayer que se estima que serán cuatro millones las personas que se contagiarán de la gripe en Argentina. La mitad no lo advertirá, dijo, porque carecerá de síntomas. No obstante, estos portadores ignorantes podrían contagiar. Del resto, solo el 18% deberá asistir a la consulta por malestar y muy pocos manifestarán un cuadro grave.
Ese escenario, el menos probable, es el que asusta a todos. El temor a una gripe desconocida que deriva rápidamente en neumonía y requiere de internación y asistencia respiratoria. Los grupos de riesgo -habitualmente ancianos, recién nacidos y personas con patologías crónicas como asma, diabetes o enfermedades coronarias- son, en principio, otros. La gripe está afectando a niños, adolescentes, hombres jóvenes y mujeres embarazadas, no siempre con enfermedades precedentes.
El ministerio de Salud recibió esta semana una millonaria partida presupuestaria para atender gastos adicionales de respiradores y medicinas para el tratamiento gratuito de medio millón de pacientes. También habrá dinero extra para contratar personal siempre insuficiente: médicos jubilados y estudiantes de medicina son convocados a dar una mano. Los hospitales, si bien están respondiendo a la demanda, lo hacen a costa de un esfuerzo extraordinario. Largas filas de pacientes esperan su turno, día y noche.
«Estuvo con fiebre, resfrío y tos», contó una mujer de su pequeño, de tres años. «Llamé al médico a domicilio y me dijeron que había una demora de 48 horas». La muchacha se arriesgó a ir al hospital Fernández de Buenos Aires, donde si el niño no tenía el virus, probablemente se habrá contagiado.
La psicosis se expande a países vecinos. En Uruguay, Bolivia y Paraguay, donde la enfermedad parecía controlada, comienzan a temer el contagio. En Bolivia se analizaba cerrar la frontera y los uruguayos miran con temor a los argentinos que cruzan el río para ir a Montevideo en busca de antivirales. En Chile, donde el clima es similar al de Argentina, la gripe parece mejor contenida.
Las escuelas abrieron ayer sus puertas pero no para recibir a los niños sino a los padres que fueron en busca de deberes para casa. El período de suspensión de clases se extiende hasta el 3 de agosto. «A mi hijo le dieron la tarea el viernes pasado para todo el mes, pero ya las terminó», comentaba desesperado el padre de un niño de seis años. A los más grandes se procura mantenerlos ocupados con trabajos que se envían por internet además de lecturas.
Adolescentes controlados
Los adolescentes tienen los movimientos restringidos al máximo. En múltiples distritos se ordenó cerrar gimnasios, discotecas, cibercafés, natatorios y clubes. Los grandes centros de compras, con cines y sitios para comer y tomar café, permanecen abiertos por ahora. Pero el fin de semana, algunos municipios ordenaron que se prohíba allí el ingreso a los menores de 18 años. «Ojalá tuvieran fiebre», se quejaba una madre desesperada por tener en casa a cuatro hijos menores de esa edad, todos sanos.
Las estaciones de trenes y de metro, siempre desbordadas en hora pico, permanecieron ayer como en un día de fiesta. Los viajeros, que habitualmente se empujan, se trasladaron cómodos.
La Corte Suprema de Justicia resolvió adelantar en dos semanas las vacaciones en los tribunales y extenderlas por un mes. Sólo se mantienen algunas guardias, como es habitual en las ferias. Las embarazadas están dispensadas de faltar por 15 días, en el sector público y privado. Y ya comenzaron los reclamos de operarios de fábrica para que se les de vacaciones pagadas también.
Los empleados públicos de la provincia de Buenos Aires con hijos menores de 14 años están autorizados a permanecer en casa, aunque los niños estén sanos. Por eso, las autoridades recomiendan que sólo se dirijan a esas oficinas quienes tengan un trámite urgente.
Los comercios, con excepción de los locales a la calle, están viendo mermar las ventas. En los centros comerciales, las operaciones bajaron a la mitad, tanto en los negocios de ropa o regalos como en los restaurantes. En cambio las farmacias, librerías, jugueterías y las cadenas de alquiler y venta de devedés están de parabienes. En algunos casos, las ventas subieron entre un 30% y un 40%, aseguran. En las farmacias, se agotan los cubrebocas, los pañuelos de papel y el gel de alcohol.
Las reuniones con pocas visitas están a la orden del día y los besos como saludo, en repliegue. Los salones de fiesta y cumpleaños registran un aumento de cancelaciones. Quienes se animan a festejar son recibidos con una botella de alcohol, no para tomar.
La Asociación de Meretrices de la Argentina, un gremio que nuclea a las prostitutas de Buenos Aires, estima en un 80% la caída de la demanda y los dueños de hoteles por horas aseguran que hubo una notable disminución de los clientes.