Sebastián defenderá el empleo en Opel ante sus futuros propietarios
El ministro asegura que Magna es «una buena opción»
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarEl ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que el Ejecutivo ve con buenos ojos la opción de Magna como nuevo propietario de Opel, pero recalcó que «el Gobierno no ha dicho su última palabra» ante los despidos que pretende la multinacional austriaco-canadiense para la planta de Figueruelas. Sebastián, que entiende que el sector está sobredimensionado, echó un jarro de agua fría a los fabricantes y los vendedores de coches al afirmar que el Plan 2000E, para el que los empresarios han pedido más dinero en 2009, «tiene que tener una fecha de caducidad». «Magna es una buena opción porque tiene un plan industrial y nosotros nos basamos en esos criterios y no en cuestiones políticas», señaló Sebastián durante unas jornadas organizadas por Unedisa. Fuentes del sector señalan que, como la salida para Opel pasará indefectiblemente por ayudas o avales públicos en los países en los que la marca tiene fábricas, el Gobierno tiene margen para frenar los ajustes de plantilla pretendidos por Magna.
Eso siempre que sea ésta, y no Fiat o alguno de los otros pretendientes que ahora parecen tener opciones, la elegida por la fiduciaria que controla hoy los activos en Europa de la hasta ahora filial de General Motors. Hasta ahora, y sin confirmación oficial, Figueruelas da por hecho que Magna pretende recortar 1.600 empleos en la fábrica zaragozana. Sebastián se refirió también a los planes de ayuda en el negocio automovilístico, que calificó de rotundo éxito, y desvaneció en un segundo las esperanzas de los productores y los concesionarios, que han solicitado una y otra vez que los 500 millones del Plan VIVE previstos para 2010 se dediquen este año al Plan 2000E, que ha tenido una enorme acogida, aseguró.