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La cafeína puede combatir el Alzheimer, según un estudio

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Los amantes del café pueden tener una nueva excusa para tomarse una taza extra: una dosis de cafeína equivalente a cinco tazas diarias de café logró que ratones con síntomas de Alzheimer recuperaran la memoria, en un experimento llevado a cabo en Florida (EE UU).

La cafeína redujo de forma significativa los niveles anormales de proteína Beta-amiloide -uno de los principales responsables del Alzheimer- en el cerebro y la sangre de los ratones, según científicos de la Universidad de South Florida que publicaron ayer los resultados de su estudio en la versión digital del Journal of Alzheimer 's Disease.

«Este es uno de los experimentos más prometedores sobre Alzheimer en ratones hasta la fecha», señaló Huntington Potter, director del Centro de Investigación del mal de Alzheimer de Florida (ADRC). Según el autor principal del estudio, el neurocientífico Gary Arendash, del ADRC, «el hallazgo es una evidencia de que la cafeína puede ser un tratamiento viable para la enfermedad de Alzheimer y no simplemente una estrategia protectora».

Ensayos clínicos

Ahora, los científicos del ADRC y del Centro Byrd de la Universidad de Florida esperan poder llevar a cabo ensayos clínicos para evaluar si la cafeína puede beneficiar a personas con trastornos cognitivos leves o en una fase temprana de Alzheimer.

El equipo ya ha podido comprobar que una única dosis de cafeína reduce en las personas los niveles de Beta-amiloide en la sangre, pero sería necesario un estudio más a largo plazo -seis meses como mínimo- para evaluar si mejora la memoria en pacientes con Alzheimer, explicó Arendash.

El Beta-amiloide es el principal componente de las placas seniles en el tejido cerebral y se cree que es el gran responsable de la enfermedad de Alzheimer , que afecta en alguna medida a casi la mitad de las personas de más de 85 años. Arendash y sus colegas se interesaron por el potencial de la cafeína hace varios años, cuando un estudio portugués reveló que personas afectadas de Alzheimer habían consumido menos cafeína en los últimos 20 años que otras que no sufrían el mal neurodegenerativo.