La presencia policial no consigue erradicar la prostitución en el entorno del Cuvillo

Apenas ha cambiado nada. Un número considerable de mujeres continúan practicando la prostitución en los aledaños del estadio José del Cuvillo a pesar de que el Ayuntamiento decretara un bando en el que se sancionaba esta práctica. Las protestas vecinales y la mayor presencia policial han conseguido, al menos, que haya más tranquilidad en la zona. Un simple vistazo desde la carretera revela que el número de chicas que se exhiben ha descendido; entre otras razones, porque el hecho de que los cuerpos de seguridad patrullen la zona con mayor frecuencia ha disuadido a muchos clientes.

Las molestias ocasionadas a los vecinos también se han atenuado. El mensaje transmitido por la Policía ha calado tanto en quienes demanda los servicios como entre quienes los ofrecen. Eso lo reconocen las pocas chicas que se prestan a hablar: «No queremos problemas con nadie, sólo trabajar», afirma una procedente del África subsahariana. Otra procedente de Europa del Este tiene puestas sus expectativas en trabajar en un club. No siente temor policial, puesto que sabe que su actividad «no es ilegal».

El presidente de la Asociación de Vecinos de Valdelagrana, Juan José Segura, admite que «gracias a la implicación del Ayuntamiento se han logrado progresos», si bien apunta que «el objetivo es erradicarla totalmente».

La propuesta de multar a quienes mantengan relaciones sexuales en la vía pública que la Mesa de Prostitución aportará a la futura Ordenanza para la Convivencia tampoco cambiará mucho el planteamiento de unas jóvenes que aseguran tener «demanda». La misma subsahariana responde que ni siquiera tiene documentación legal, por lo que pagar una multa «no es lo que más me preocupa».