Un festivo de compras y playa

Los cielos despejados, el sol radiante y una temperatura máxima de 26 grados invitaron en la jornada de ayer a un intenso día de playa. Sin embargo, también los centros comerciales abrieron sus puertas a un abanico de rebajas que en algunas tiendas llegaba al 70%. Esta combinación propició que los ciudadanos apostaran por hacer una paso rápido por los comercios y volviesen a sus actividades de verano.

Los centros comerciales de la provincia no hicieron el agosto en el segundo festivo del año en el que abrieron sus puertas al público. Las visitas fueron cortas y las compras de poca cuantía, buscando ante todo la ganga y los precios más reducidos. Hasta las siete de la tarde la entrada a los comercios se hizo de forma gradual, y no parecía corresponderse con los grandes descuentos anunciados del 30, 50 y hasta el 70% sobre el precio del producto, si bien con la caída del sol los pasillos de los centros comerciales denotaban un poco más de ambiente.

«No he tenido tiempo de venir a las rebajas durante esta semana porque trabajo, y he aprovechado el domingo para venir al menos un rato», explicaba Puridad Rodríguez. Como ella muchos aprovecharon su día libre para acudir a las tiendas. «Hemos comprado un bañador para mí y un blusón para mi mujer; en total, nos hemos gastado 60 euros, y ahora nos vamos para la playa», aseguró Juan Carlos Martín.

Descambiar aprovechando la tranquilidad del domingo ha sido otra de las excusas para acudir a las rebajas. «Ha sido entrar y salir para cambiar una camiseta que no me gustaba porque sabíamos que estaría mucha gente de playeo», recalcaban Nuria Gálvez y José Marín.

Pero también otros clientes se fueron ayer con las manos vacías de las tiendas al considerar las rebajas «un engaño». «En la mayoría de las tiendas han traído ropa de hace tres temporadas para poner de oferta, sin embargo los artículos de esta fecha se están vendiendo como nueva temporada cuando nos están vendiendo una chanclas o cosas de verano», aseguró Silvia Vázquez. «Me voy con las manos vacías porque vine con la intención de comprar algunas cosas que había visto antes de las rebajas y parece que han cambia do la ropa por cosas antiguas», manifestó Claudia Cuadrado.

Con el visto bueno de unos y el suspenso de otros, el segundo festivo del año en el que las grandes superficies abren sus puertas, no pudo compararse al de las fiestas navideñas, en el que el cartel de «aparcamiento al completo» marcó la jornada.

Pequeños comerciantes

El comercio tradicional decidió ayer no unirse a la propuesta de abrir sus negocios al considerar que el movimiento de los centros comerciales abiertos no es suficiente ni compatible con la oferta de sol y playa como para que los ciudadanos lo sustituyan por ir de compras. «El domingo es un día de playa, e incluso el sábado había poco ambiente en las tiendas del centro», señaló Cristina Arjona, presidenta de la asociación de comerciantes. Por ahora, los empresarios del comercio tradicional seguirán manteniendo la festividad y dejando las compras «para mejor momento».