¿Y de lo mío qué?
Actualizado:Debe una administración, local, provincial, autonómica o nacional buscar trabajo a cualquier ciudadano? Es de eso que se está hablando en la ciudad. Lo que está claro es que desde lo público se debe proporcionar la formación, se debe vigilar porque todo el mundo tenga igualdad de oportunidades: la ama de casa, el hombre maduro que vive en una remota aldea, el chico con Síndrome de Down e incluso el que acaba de cumplir una condena. Hay que garantizar que no se discrimina a nadie por razón de sexo, raza, religión, clase social o procedencia. Y luego hay que ocuparse de que el organismo correspondiente, en este caso el Servicio Andaluz de Empleo, canalice las ofertas públicas y de la empresa privada.
Más allá de ahí se pueden hacer esfuerzos, pero si se hace por uno deberá hacerse por todos. De otra forma, sería prevaricación. Es probable que nadie llevara a juicio a un concejal o alcalde por hacer una llamada a una empresa de la construcción para colocar a uno de los que se han manifestado frente al Ayuntamiento desde hace más de un mes. Pero ¿le buscarán empleo después a los arquitectos, a las cajeras de supermercado o a los periodistas?
En el Pleno de ayer, unos y otros (siempre, PP y PSOE) se dedicaron a acusarse de tener demasiados asesores. Los socialistas pedían que el Ayuntamiento creara una empresa de mantenimiento (pequeñas obras de reparación) para dar trabajo a los desempleados. El PP argumentaba que tenía que ser la Junta la que lo hiciera.
Y yo me pregunto: y cuando creemos la empresa, ¿abriremos un taller de mecánica, un bufete de abogados, un supermercado? ¿Por dónde seguimos?