. Eugenio Chicano inauguró ayer la muestra en Santa Catalina./ ÓSCAR CHAMORRO
Sociedad

Chicano inventa el bodegón pop

El artista combina elementos clásicos, referencias picassianas e iconos digitales en la muestra que la Fundación Unicaja presenta en Santa Catalina

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Si la pintura de Eugenio Chicano (Málaga, 1935) se ha consagrado a la búsqueda de territorios diversos dentro de la imagen popular, a la exploración de nuevos lenguajes con los que tratar iconos tradicionales, en su reciente visita al bodegón barroco demuestra que ha alcanzado un grado de maestría incontestable en el mestizaje avanzado de lo clásico y lo contemporáneo.

La vuelta de tuerca a sus propios conceptos estéticos, la apuesta redoblada por la imaginería pop y el homenaje sutil o explícito a sus referentes creativos constituyen los cimientos sobre los que se construyen Eugenio Chicano. Visitación al bodegón, la muestra que el pintor inauguró ayer en Santa Catalina gracias a la Fundación Unicaja y que presenta 29 coloridos acrílicos sobre telas de grandes dimensiones.

«Se me vienen a la cabeza cientos de tópicos sobre Cádiz, pero es que resultan que son verdad», bromeó Chicano. «Por ejemplo, no debería decir, pero diré, que éste es un marco incomparable para la muestra. Porque Santa Catalina me recuerda a Pericón, y para mí es sinónimo de recreo, de solaz y de tranquilidad».

El artista defendió la pintura de caballete, «que está muy denostada», porque «los que peinamos canas sabemos que su vigencia es incuestionable». «Los grandes bodeguistas, como Zurbarán, nos brindaron obras maestras a las que yo ahora me he atrevido a darles una mano, intentando siempre no caer en el ripio». El pintor mantiene en las creaciones expuestas tres elementos constantes: un fondo tomado de La Californie de Picasso, de Le déjeuner sur l'herbe o la mesa de un bodegón del mismo autor; un jarrón con flores de los siglos XVII al XIX de autores varios y un icono perteneciente al ordenador. No obstante, según explicó el creador, «cada obra posee autonomía y entidad por sí misma».

En esta muestra, Chicano, que fue director de la Fundación Pablo Ruiz Picasso, rompe con la continuidad temporal y espacial. Así, al realizar estos constantes deslizamientos temporales en los que aparece en todo momento tres aspectos de la historia como son la edad moderna, la vanguardia y el presente, la obra cuestiona la naturaleza del arte y el proceso del mismo.

Las composiciones, además, giran en torno a lo culinario. Objetos que se comen y que forman parte del día a día de las personas y que parecen estar dotados de un áurea. Esa exquisita mezcla de naturalezas muertas y elementos picassianos constituyen, a la vez, un homenaje y una fiesta.

En los elementos protagonistas de los bodegones se distingue la intención realista de Caravaggio, pero también el aire trascendente de los óleos de Sánchez Cotán.

La muestra, organizada por la Fundación Unicaja, se encuadra dentro de los actos del 125 aniversario de la creación de la entidad bancaria, según explicó Felipe Faraguna, responsable de la Obra Social de la Caja: «Nuestra apuesta por llevar a todas las capitales andaluzas primeras figuras de las artes continúa viva, como lo demuestra la apertura de esta magnífica exposición de Chicano».