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El funeral de Vicente Ferrer reúne en Barcelona a un millar de personas, entre ellas, los duques de Palma

La Basílica de Santa Maria del Mar se ha quedado pequeña para despedir al cooperante desaparecido el pasado día 19 en La India

EFE |
BARCELONAActualizado:

Un millar de personas han asistido al funeral del cooperante Vicente Ferrer celebrado en la Basílica de Santa Maria del Mar en Barcelona, y que ha reunido tanto a ciudadanos y autoridades como a alegados y familiares, entre ellos su esposa, Anna Ferrer. Pese a su carácter religioso, el acto ha tenido tintes de homenaje y ha tenido que ser interrumpido en varias ocasiones a causa de las ovaciones de los presentes en la basílica, fuera de la cual también se agolpaban casi dos centenares de personas que han seguido la ceremonia a través de una gran pantalla.

Al acto han asistido la mujer del fallecido cooperante, Anna Ferrer, y su sobrino y director general de la Fundación Vicente Ferrer (FVF), Jordi Folgado Ferrer; también autoridades como el presidente de la Generalitat, José Montilla, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández De La Vega o la Infanta Cristina y su esposo, Uñaki Undargarín. También el ex-presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el presidente del Parlament, Ernest Benach; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; y representantes de todos los partidos políticos catalanes, del Govern y del Ayuntamiento de Barcelona, han querido estar presentes.

"Es posible hacer lo imposible"

La esposa del cooperante, Anna Ferrer, ha explicado que su esposo le dijo antes de morir que quería descansar en paz, pero ha bromeado: "Conozco muy bien a mi marido, y sé que no tiene ningún interés en descansar en paz; seguro que está muy ocupado asegurándose que las puertas del cielo están abiertas para todos". "Vicente Ferrer sólo hay uno -ha señalado-, y para los que lo hemos querido y admirado, sólo hay una manera de recordarle: continuar su acción".

En su intervención, ha señalado también que "nos hizo creer que es posible hacer lo imposible" y que "lo que para otros puede parecer gigantesco, para nosotros debe ser ordinario", y ha subrayado que Ferrer no pertenecía a su familia o a ningún país, sino "al mundo entero". En la ceremonia se han leído fragmentos de su libro El reencuentro con la realidad, y han intervenido también compañeros de la Fundación Vicente Ferrer, que han subrayado que "después de tres durísimos meses, la Fundación continua al pie del cañón, como el primer día".