Esteban deja su sello en el Xerez
Actualizado: GuardarReconozco que la marcha de Esteban Vigo ha sido un palo, supongo que como para la inmensa mayoría de los azulinos, pues el técnico malagueño se ha convertido en la temporada recién finalizada en un icono del club. Mientras se conoce quién será su sustituto, no puedo dejar pasar la oportunidad de rendir mi pequeño homenaje al entrenador que ha sabido llevar las riendas del equipo con gran acierto en el terreno deportivo, pues lo ha llevado hasta cotas inimaginables, pero sobre todo me quedo con su labor en el aspecto psicológico.
Cuando desembarqué en la ciudad conocí de cerca un Deportivo que había salido a flote de una campaña complicada, la anterior, cuando todo pintaba muy negro, gracias a la encomiable labor del entrenador nacido en Vélez Málaga a la hora de levantar el ánimo de sus jugadores, haciéndoles creer que la salvación era posible.
En verano, pese a las dificultades económicas, no le tembló el pulso a la hora de tomar la decisión más arriesgada; quedarse al frente de un vestuario muy mermado por la marcha de algunos de sus principales baluartes -Yordi y Abel Aguilar- para continuar al dirigiendo un proyecto que tenía como principal aliciente conseguir de nuevo la salvación, aunque con menos apuros.
Su mérito no es sólo haber logrado el ascenso y el campeonato en la Liga Adelante, sino la manera en cómo ha conseguido llegar a lo más alto de la cima, partiendo desde cero, sabiendo marcar el ritmo necesario para cuajar una temporada redonda en casi todos los aspectos y haciendo que toda una ciudad se ilusione con el Xerez, cuando a comienzos de campaña la pasión estaba bajo mínimos. Es la segunda vez que se marcha del club y, aunque ahora comience una nueva etapa en el Hércules, espero que vuelva. Suerte.