golpe de estado

Micheletti se aferra al poder mientras Zelaya suma apoyos en el exterior

Se han recortado la libertad personal, la de asociación, la de circulación y la de tiempo de detención desde las 22.00 hasta las 05.00 horas

TEGUCIGALPA Actualizado: Guardar
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El Parlamento de Honduras ha reforzado el toque de queda vigente en el país al restringir aún más durante la noche las garantías constitucionales de libertad personal, asociación, circulación y tiempo de detención, en medio de la crisis política abierta tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya. A propuesta del Ejecutivo, el Parlamento ha dado luz verde a estas restricciones "para garantizar la paz y la seguridad ciudadana", según un decreto legislativo, que es "de ejecución inmediata".

La restricción de las cuatro garantías será durante el período del toque de queda, de 22.00 a 05.00, horas locales (de 04.00 a 11.00 GMT), al menos hasta el próximo sábado, ha relatado a la prensa el presidente del Parlamento, Alfredo Saavedra. Las garantías afectadas por este decreto son libertad personal, la detención e incomunicación por más de 24 horas, la libertad de asociación y de reunión, y la de circular libremente, salir, entrar y permanecer en el territorio nacional. Saavedra ha señalado que estas garantías "sólo se restringen, no se suspenden ni se eliminan", y ha añadido que la limitación es "sólo para reuniones públicas, no en los domicilios".

Mientras tanto el nuevo Gobierno confía en que, con "la fe en Dios", logrará el reconocimiento internacional para "subsistir", a pesar de que el depuesto presidente sigue sumando apoyos en el exterior. "Nosotros vamos a estar aquí en esta Presidencia, si Dios me lo permite, seis meses", dijo en entrevista a la agencia Efe el nuevo gobernante de Honduras, quien aseguró que "el Congreso tomó una determinación y ahí se queda".

En su opinión, "la solución de consenso" a la crisis desatada en el país tras la decisión de Zelaya de llevar a cabo una consulta popular con miras a una reforma constitucional se produjo con su llegada a la jefatura de Estado por decisión unánime del Parlamento el domingo pasado. Por ello, Roberto Micheletti no está dispuesto a dejarle el camino libre a Zelaya, expulsado del país por los militares, pese al ultimátum de 72 horas de la Organización de Estados Americanos (OEA) para que reponga en el poder al gobernante depuesto.

Micheletti espera poder revertir la opinión de la comunidad internacional. "El tiempo corre a favor nuestro", aseguró el ex titular del Congreso, quien confió en que el mundo comprenderá que no cometió "ningún delito" y en que poco a poco recibirán "el apoyo de otros países para poder subsistir".

Solos frente al mundo

El optimismo de Micheletti contrasta con la posición de otros actores políticos nacionales que admitieron que están solos frente al mundo. Los hondureños "estamos solos, igual que en la guerra de 1969" contra El Salvador por conflictos fronterizos, ha admitido hoy el Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, quien recordó que en esa ocasión salieron adelante y lo mismo pasará ahora.

Todas las embajadas europeas en Tegucigalpa decidieron retirar a a sus máximos representantes, según ha informado el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. El retiro de embajadores europeos llega después de la decisión en el mismo sentido de los países de la Alianza Bolivariana para la Américas (ALBA), de la que Honduras es miembro desde 2008, y del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Otros países como México y Chile también han llamado a consultas de sus representantes diplomáticos en Tegucigalpa, mientras que Guatemala, El Salvador y Nicaragua decidieron cerrar las fronteras al comercio con Honduras.

Zelaya ha dicho desde Panamá, donde ha sistido a la investidura de empresario Ricardo Martinelli como jefe de Estado, que esperará a que venza el plazo dado por la OEA para regresar a Honduras, con el fin de no entorpecer los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis.

El presidente de Guatemala, Álvaro Colom, ha dicho también en Panamá que el gobernante depuesto debe ser restituido y que, "si fuera necesario", le acompañaría en su regreso a Tegucigalpa, la misma disposición que ya manifestó su colega de Argentina, Cristina Fernández. Precisamente este país del Cono Sur concedió asilo en su embajada de Tegucigalpa a Armando Sarmiento, un ex funcionario del Gobierno depuesto, cercano a Zelaya y primo hermano de este. Los presidentes de varios órganos legislativos de Ecuador, Venezuela, Argentina, Chile, México, Bolivia y Cuba, reunidos en Quito para analizar la situación en Honduras, han condenado "el golpe de Estado" y exigien la restitución de Zelaya.

El Gobierno de EEUU ha expresado su confianza en una estrategia multilateral para resolver la crisis a través de la OEA, de cuyo resultado dependerá el futuro de la ayuda de Washington a ese país.