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El jerezano se despidió de todos, pese a no tener todavía en su poder la carta de libertad. / ESTEBAN
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La última galopada del capitán

Jesús Mendoza anuncia entre lágrimas que se marcha del Xerez, la decisión «más dura de toda mi vida» y que tiene el consentimiento de Joaquín Morales

BORJA FERNÁNDEZ
| JEREZActualizado:

Con gesto contraído y bastante emocionado, Jesús Mendoza hacía oficial lo que los medios ya venían publicando en los últimos días. El capitán del Xerez del ascenso se va y así lo hizo saber. Mendoza llegó meses atrás a un acuerdo con el máximo accionista del club, Joaquín Morales, para salir de la entidad «con la carta de libertad» bajo el brazo y poder firmar por otro equipo.

El jerezano reconocía que había llegado a un acuerdo con el mandatario nazareno y lleva a cabo una decisión «que ya tenía tomada desde hace varios meses. Pactamos que si el equipo ascendía me podía marchar. Él ya conoce los motivos, los problemas que yo tenía y me dio su palabra».

Con lágrimas en los ojos, y sin poder articular palabra, Mendoza se tomó un pequeño descanso para seguir exponiendo la que es «la decisión más dura que en tomado en toda mi vida». El jerezano quiso, además, dar las gracias «a todos aquellos que me han apoyado en estos momentos tan duros, que me han comprendido y que me han ayudado en todo este tiempo que he estado aquí». Y es que a Jesús no se le olvida que «aquí me he hecho como persona y como futbolista. La verdad es que me cuesta mucho hacer esto, y no sé ni qué decir ni cómo expresarme». Además, Mendoza quiso tener palabras para la afición que le ha apoyado en estos momentos y que ayer estuvo presente en su despedida: «Darle las gracias a la afición y que sepa que algún día, como esta es mi casa, espero encontrarme de nuevo con ellos y disfrutar del Xerez desde la grada». Un trago amargo al hablar de la marea azulina y también al contestar a aquellos que pueden especular con una razón económica: «No me voy por dinero porque si fuera por eso ya hace cuatro o cinco años que no estaría aquí. Ya sabéis lo que pasó en otras temporadas y si alguien lo piensa, el día de mañana, cuando llegue a otro equipo, me comprometo a enseñaros el contrato que podré firmar».

Hasta el último momento han estado intentando convencer a Mendoza de seguir adelante. El último, Esteban Vigo, con el que habló ayer y le dijo que «hiciera lo que la cabeza me dijera». «Yo ya le he dicho que esto viene de hace tiempo, él ya lo sabía, porque a parte de entrenador también es mi amigo y una gran persona. Para mí es como un padre y el agradezco todo lo que me ha ayudado», balbuceó visiblemente emocionado y con pocas ganas de continuar la comparecencia de prensa.

Acuerdo con Morales

Ahora queda lo peor. Mendoza tiene que rescindir contrato, algo acordado con Joaquín Morales y del que «sólo falta la firma». Jesús mantenía que «él me dio su palabra y creo que eso es más que una firma». El club no está por la labor y así lo expuso Mendoza, que desveló que Miguel Ángel «estuvo en Sevilla el otro día reunido con el propietario y le dijo que era su palabra y que ya sabía cuáles eran mis problemas». Una situación ajena al fútbol, de la que Jesús no quiso hablar y sólo pidió «que la gente por favor no especulase con ella. Son mis problemas y de nadie más»

Con esta operación, de seguir adelante, claro está, Mendoza reconoce que «voy a perder dinero. No voy a tener que dar nada, pero rescindir dos años de contrato sé que es difícil». El jerezano sabe que «no tengo la carta de libertad. Él me lo dijo y me lo prometió hace tiempo, y si no lo cumple ya es cuestión suya, pero por eso he hecho esto».

Oportunidad perdida

Una decisión difícil «porque para mí jugar en Primera División es lo máximo. He tenido muchas ocasiones para hacerlo y he preferido quedarme aquí. Y fíjate, ahora, después de tantos años luchando aquí, se me presenta la oportunidad, pero por cosas de la vida me tengo que marchar».

En cuanto a su futuro, mucho se ha hablado de un posible acuerdo con el Rayo Vallecano. Mendoza argumentó que «no puede decir nada de eso porque tengo contrato en vigor con el Xerez y no puedo decir nada, pero sí que se ha hablado con ellos. Aún así, el jerezano aclaraba que «si te soy sincero, no lo sé todavía», ya que el lateral maneja otras opciones como el Hércules «o alguna más, pero todas de Segunda División». Y lo tiene claro Mendoza, tanto, que el martes tuvo el móvil apagado «durante todo el día porque no quiero que nadie me convenza ni nada, son asuntos míos y lo llevo pensando desde hace tiempo».

Con el aplauso de los asistentes, el apoyo de su familia y el ánimo de los aficionados, Mendoza, muy emocionado, decía adiós. El momento más doloso de su vida deportiva transcurre en la fría sala de un hotel, tal y como pasó 24 horas atrás con Esteban Vigo. Tal vez los caminos se vuelvan a cruzar.