vuelta de hoja

Líquidos

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Está pesando tanto nuestra crisis que se ha desplomado la venta de cerveza, con el calor que hace. Las quejas en el sector de hostelería crecen, pero no más que en el sector de los bebedores: en vez de tomarse unas cañas con los amigos, la lóbrega situación económica nos está dando caña a todos. Se preguntó don Antonio Machado para qué sirve la sed. Seguimos sin saberlo, ya que las cosas que no le son reveladas a los poetas grandes permanecen ocultas. La más común es la de beber agua, pero el agua hay que beberla con prudencia, según el sabio consejo de un experto, para que no resulte dañina.

Otro líquido que empieza a entrar en desuso es la gasolina. Los síntomas son mortales: la multinacional Magna deja en el aire caliente de julio el futuro de Opel en Figueruelas y dice que no habrá subvenciones sin un plan de viabilidad. Por su parte, Seat ha presentado un ERE temporal que afectaría a cerca de 8.000 empleados, todos con hambre y sed de justicia. ¿Se remedia esto dándole 420 euros a los que agoten el paro? La ministra Elena Salgado, que es rubia como la cerveza, prevé que en los próximos meses, cuando pase el calor, el calor y los calores -que son cosas distintas- vendrán nuevas y más graves dificultades.

Habrá que reestructurar las entidades financieras, pero eso se hace con tres cosas -que son la misma-: dinero, dinero y dinero.

Las cajas de ahorro piden que la edad de jubilación aumente paulatinamente hasta los 70 años, pero eso sólo podrá ser aceptado por los que tengan trabajo, que van camino de ser una minoría. En el mes de septiembre España tendrá el mismo número de desocupados que Italia y Francia juntas.

En fin, vamos a la playa, que hace un día espléndido.