No lo cambio por ninguno

Señor Esteban Vigo, usted se ha sentado muchas veces delante de la prensa y ha comenzado sus alocuciones con la ya típica coletilla: «Me vais a permitir...» y nosotros se lo hemos permitido absolutamente todo, así que ahora usted me va a permitir que le diga que, efectivamente, hay muchos entrenadores en el mercado, pero ninguno como tú para entrenar al Xerez Club Deportivo. No le cambiaría por nadie, ni por el mejor Guardiola, ni por Laudrup, ni por Ferguson, ni por Simeone. No cambiaría el cuadro técnico que ayer partía hacia Alicante por otro formado por Schuster, Wenger, Aragonés y Capello juntos en un mismo banquillo, pues sí, muy seguramente todos ellos tengan un caché muy superior al de Vigo, pero ninguno de ellos ha sido capaz de soltar un lastre de 62 años de historia y llevar al equipo de Jerez a Primera, nadie ha sabido compaginar las funciones de técnico con las de secretario técnico e incluso directivo, y nadie como tú conoce y quiere al grupo de héroes que ha hecho realidad el sueño. Alguien le ha tocado con una varita mágica y le señaló como el elegido para ser el capitán del barco xerecista que aquel histórico 13 de junio de 2009 echó el ancla en la Liga de las Estrellas. Se había ganado a pulso lo de disfrutar de la próxima temporada, pero no sólo por eso era el mejor entrenador del Xerez de Primera, Esteban debía haber entrenado al cuadro azulino porque era el que mejor conocía la plantilla xerecista, era la pieza clave para que ese grupo tuviera una continuidad y porque él, y sólo él, ha sido el único capaz de poner la cantidad adecuada de cada ingrediente para que el plato xerecista tenga un sabor de Primera. Ahora ya no hay vuelta atrás. Esteban, por desgracia, ya se ha ido (hasta pronto míster). Se marcha y ha señalado a Joaquín Morales como el único culpable de su adiós. Yo un día me declaré boqueronero confeso y ahora no tengo ningún argumento para no creer al Boquerón, por eso nadie puede obviar que el nazareno se ha equivocado, ha metido la pata hasta el fondo y ningún técnico de campanillas podrá tapar el tremendo boquete que deja el malagueño y sus tres ayudantes. A Morales se le podría haber perdonado cualquier otra cosa, pero Esteban es el principal artífice del ascenso del Xerez, es el gran culpable de colocar en lo altares del fútbol al Deportivo, y difícilmente la afición olvide cómo se ha tratado a Esteban. Morales ha tocado algo sagrado y por ello, como mucho, podrá llegar a causar indiferencia en el hincha xerecista, pero poco más visto como está el patio de butacas de Chapín. Siempre he pensado, siempre he escuchado que Morales se irá del Xerez cuando él decida irse, y creo que ese momento debe llegar.

Será complicado que salga por la puerta grande tras esta nefasta decisión, pero al menos, podrá ser recordado como el presidente que dejó al Deportivo en Primera. Joaquín, tú también me vas a permitir que te diga algo: no desaproveches la oportunidad.