El Congreso acorta sus vacaciones para salvar los Presupuestos del Gobierno
El PP logrará hoy que el Senado tumbe con holgura la propuesta de techo de gasto público para 2010 Zapatero debatirá sobre la crisis a finales de julio
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarLa debilidad parlamentaria del Gobierno será visible hoy en el Senado: el PP liderará una mayoría que rechazará con holgura el límite de gasto público para 2010 propuesto por el Ejecutivo, 182.439 millones de euros, lo que en la práctica bloqueará el inicio del proceso de elaboración de los Presupuestos. El Congreso tendrá que convocar un pleno extraordinario en periodo de vacaciones en el que los socialistas, con ayudas mínimas, podrán levantar el veto y aprobar el techo de gasto por los pelos.
La derrota hoy en la Cámara Alta es un hecho. El PSOE, que sólo cuenta con el respaldo seguro de los tres senadores de Coalición Canaria (CC) y Unión del Pueblo Navarro (UPN), y quizás de algún independiente, perderá el debate por al menos diez votos a manos de PP, Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).
La derrota no será mayor porque Convergencia i Uniò (CiU), Izquierda Unida (IU) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG), como ya hicieron la semana en el Congreso, se abstendrán. No saldrán en ayuda del Gobierno, pero tampoco se sumarán a la mayoría de bloqueo de los populares.
El portazo del Senado a las pretensiones presupuestarias del Ejecutivo obligará a los diputados a interrumpir sus vacaciones estivales, que se inician mañana, para que el Congreso, en un pleno extraordinario, levante el veto de la Cámara Alta al escenario de ingresos y gastos que permite elaborar las cuentas públicas de 2010 y evite que el Gobierno permanezca maniatado al menos hasta el otoño.
El pleno podría celebrarse el 8 de julio, y se parecerá mucho al vivido el jueves pasado, cuando el Gobierno sacó adelante la cifra de gasto público máximo previsto para el próximo año con 172 votos a favor y 159 en contra, gracias a la abstención de última hora de CiU y de parte de la izquierda. Para repetir resultado, la dirección socialista deberá tirar de móvil y volver a pasar lista para que no le falle ni un diputado.
Antes de que el Gobierno comience a redactar el proyecto de Presupuestos, el Parlamento tiene que dar el visto bueno al techo de gasto, es decir, al documento que fija cuánto dinero público podrá gastar el Estado en 2010 como consecuencia de la previsión de ingresos y de la cifra de déficit que esté dispuesto a asumir.
Si las cámaras no respaldan ese escenario, el Ejecutivo no puede comenzar a elaborar los Presupuestos y tiene que revisar su previsión de gastos y remitirla de nuevo al Congreso para su aprobación, lo que supone una dolorosa derrota política y retrasaría todo el proceso al menos hasta septiembre.
Estos apuros del Ejecutivo no son más que un aperitivo del suplicio al que la oposición le someterá entre octubre y diciembre próximos con la tramitación y aprobación los Presupuestos del Estado para 2010, la ley fundamental de cada ejercicio.
Los socialistas aún no cuentan con apoyo alguno comprometido -sólo sus 169 diputados- y ya es casi seguro que votarán «no» los 168 que suman PP, PNV y CiU. Cada apoyo de IU, ERC, UPN, CC, BNG o Nafarroa Bai (NaBai), de los que necesitan al menos siete votos para aprobar las cuentas, dependerán de importantes concesiones. Una derrota presupuestaria en diciembre, que evidenciase la ausencia de apoyos de José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso, dejaría al Ejecutivo contra las cuerdas y lanzaría al PP a pedir elecciones anticipadas.
Actividad extraordinaria
Otros asuntos también recortarán las vacaciones parlamentarias de los diputados, que sobre el papel abarcan julio y agosto. El mismo pleno servirá para que el Congreso reciba a trámite los proyectos de ley urgentes del Gobierno sobre la reordenación de Radio Televisión Española y sobre la puesta en marcha de un fondo de reestructuración bancario.
La Diputación Permanente, el máximo órgano del Congreso fuera del período de sesiones, deberá fijar en la primera quincena de julio la fecha en la que José Luis Rodríguez Zapatero debe someterse a un debate monográfico sobre la situación económica y el empleo, al que también ha sido arrastrado por la oposición, en este caso por el empeño de IU. Será, según las previsiones, en la semana del 20 al 26 de julio.
Fuentes parlamentarias dan por hecho que, cuando se celebre esa primera reunión de la Diputación Permanente, habrá sobre la mesa la petición de distintos grupos de comparecencia urgente -en julio o agosto- de varios ministros y altos cargos. Estas reclamaciones no suelen autorizarse durante el parón parlamentario salvo que la oposición se confabule para acorralar al Gobierno o porque sean de verdad de gran relevancia y urgencia.
El Gobierno también reducirá sus vacaciones este año. Rodríguez Zapatero convocará en agosto un Consejo de Ministros extraordinario para analizar la evolución de la crisis y las dos vicepresidentas se quedarán casi sin días de descanso para preparar la negociación de apoyos que permitan salvar los Presupuestos del próximo año. Y, todo ello, sin contar el avispero en el que se ha convertido la negociación sobre la futura financiación autonómica.