Cárcel de por vida para Madoff
«Tenemos que mandar el mensaje más duro posible», dice el juez que le condenó a 150 años por estafar a más de 1.300 personas en todo el mundo
| NUEVA YORK Actualizado: GuardarEl deseo unánime de los más de 1.300 afectados por las estafas multimillonarias de Bernard Madoff se verá cumplido después que un juez federal condenara ayer al financiero a 150 años de cárcel -lo máximo previsto por la ley-, que en la práctica representa que el acusado de 71 años pasará el resto de sus días en la cárcel. Sus crímenes han sido «extraordinariamente malintencionados», dijo el magistrado Denny Chin mirando directamente a la cara del acusado en una sala repleta de víctimas de los manejos fraudulentos de Madoff. El ex jefe de Nasdaq fue declarado culpable de 11 delitos relacionados con fraude, lavado de dinero, perjurio y robo, por los que la Fiscalía pedía 150 años, su abogado solicitaba un máximo de 12 y el Departamento Federal de Prisiones recomendaba 50.
El juez rechazó de plano el argumento de la defensa de que se había creado en torno al caso un ambiente de «venganza mafiosa». El abogado del financiero, Ira Sorkin, basó su estrategia en buscar a toda costa una reducción de la pena pedida por el fiscal que dejara abierta una puerta para que Madoff pudiera salir algún día de prisión. «Objetivamente hablando, aquí se ha producido un fraude monumental que se ha prolongado más de 20 años», remarcó el magistrado para dejar claro el tremendo daño infligido por el responsable del mayor esquema Ponzi de la historia.
Tras una hora y media en la que varios afectados desgranaron cómo se esfumaron los ahorros de toda una vida o el drama de una familia de Oklahoma que vive en una autocaravana desde que perdió todas sus propiedades a causa del fraude, el propio Madoff fue autorizado a hablar y, sin preámbulos, reconoció el daño cometido a la vez que expresó su arrepentimiento. «Soy responsable de haber ocasionado un gran dolor y sufrimiento y vivo atormentado por eso. He dejado un legado de vergüenza a mi familia y mis nietos, como algunas de mis víctimas han señalado», afirmó.
Vestido con un traje oscuro, inclinado hacia adelante y con sus manos apoyadas sobre la mesa de la defensa, Madoff continuó diciendo que intentó deshacer sus delitos, pero que «cuanto más lo intentaba, más profundamente caía». En otro momento, dirigiéndose a los afectados manifestó: «Lo siento, aunque sé que eso no los ayuda en nada. Cometí un terrible error. No puedo pedir perdón por mi comportamiento. ¿Cómo pide perdón quien ha engañado a quien ha sido su esposa durante 50 años? ¿Cómo pide perdón quien ha engañado a cientos de empleados?», dijo el financiero.
«Símbolos»
Los analistas que han realizado las primeras valoraciones subrayan que el magistrado encargado de dictar sentencia ha sabido estar a la altura de las circunstancias dadas las enormes repercusiones económicas y sociales del caso. «Tenemos que mandar el mensaje más duro posible. Los símbolos son importantes en las sentencias», declaró el juez Denny Chin en su alocución tras dictar su veredicto. «Este tipo de manipulación del sistema no es un simple delito sin derramamiento de sangre que se queda sobre el papel, sino que conlleva también penas significativas», declaró.
Según la Fiscalía, por las cuentas de Madoff han pasado unos 120.600 millones de euros en las últimas dos décadas, aunque cuando fue arrestado el diciembre esta cantidad se había reducido drásticamente hasta los 46.100 millones de euros.
Avalancha de cámaras
En el exterior del tribunal donde se celebró el juicio se habían congregado numerosas personas, entre ellas algunas de sus víctimas que no pudieron entrar a la sala, y una avalancha de cámaras que querían registrar todas las emociones que iba a provocar el juez con su decisión. Tres helicópteros detenidos en el aire daban un toque aún más espectacular al momento. «Por primera vez desde que empezó esta pesadilla tengo la sensación de que se ha hecho justicia», aseguró una mujer de Nueva Jersey que perdió 2 millones de euros confiados a la firma de inversiones de Madoff. «El Gobierno debe tomar nota y endurecer el control sobre las actividades financieras», subrayó.
Otra de las afectadas que fue seleccionada para ofrecer su testimonio en el juicio explicó que su vida «ya nunca volverá a ser la misma» y que, como la mayoría de las víctimas, deseaba «que la cárcel sea la tumba de Madoff».
Durante su intervención, el abogado de Madoff, Ira Sorkin, pidió clemencia al juez y trató de conseguir una pena de 12 años de prisión, defendiendo, entre otros argumentos, que la esperanza de vida de Madoff es de unos 13 años. «Ésta es una tragedia a todos los niveles», reconoció Sorkin, quien, insistió que el dinero estafado se empleará para indemnizar a las víctimas y recordó que «una de las magnificencias de nuestro sistema judicial es que no buscamos el ojo por ojo».