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El IPC, a pie de mostrador
Los gaditanos apenas aprecian la bajada de los precios y confían en que las rebajas traigan grandes ofertas
| CÁDIZ Actualizado: Guardar«¿Que ha bajado el IPC? Pues todo cuesta lo mismo». Ésa era la reacción más habitual al anuncio del descenso de los precios que se ha producido en junio. Este índice encadenó este mes su cuarta caída, la última de un 1%, según el indicador que elabora el INE. El Gobierno atribuye esta tendencia a la evolución del valor del petróleo y garantiza que la economía no entrará en deflación. En política tal vez tiene un valor, pero a pie de calle, con la fruta de temporada por encima de los dos euros y la leche a un euro el litro, preocupa poco.
En los comercios y supermercados gaditanos se veía ayer un aumento de clientes más animados por el ingreso de la nómina que por una bajada de los precios que se nota poco. A pesar del ahorro que supone un descenso continuado del IPC, la medida a la hora de llenar el carro sigue siendo la misma. Silvia Márquez, responsable de caja del supermercado Supersol del Carranza asegura que no ha notado la diferencia. «Desde que se anunció la crisis los clientes no vienen con la misma alegría, se fijan más en los precios y compran menos productos de capricho». El cambio del IPC afecta poco. «Cambiamos los precios casi todos los días para ajustarlos a las ofertas, por lo que al cliente le cuesta percibirlo», aseguró la empleada.
José Barberán aseguró a la salida de este supermercado que «por lo general los productos no están más baratos». «Antes se podía llenar el carro con 60 euros y ahora sales con tres bolsas por ese precio», dijo tras realizar la compra acompañado de su mujer.
El ahorro se nota más cuando la familia es grande como la de Rosa María Castro. Cada vez que se sientan a comer son seis en la mesa y ahora, de vacaciones, siempre se sale más fuera. «Espero que la bajada de los precios se note también en los restaurantes porque cada vez que vamos a cenar nos dejamos un dinero». Rosa María tiene cuatro hijos, el mayor de 15, y asegura que «aprovecha cada oferta», especialmente de los productos de primera necesidad: leche, aceite y fruta.
El pequeño comercio es otro de los que apenas nota la bajada. «¿IPC? ¿eso afecta al bolsillo?». Las clientas de la frutería de Manolo Boceta, en la calle Pintor Zuloaga de Cádiz, se sonreían cuando se les preguntaba por la bajada de los precios. Poco dispuestas a hacer declaraciones, habló el frutero: «Que baje el IPC no me aumenta la clientela, ellas lo quieren todo barato».
El anuncio de este descenso del índice ya suena a rebajas para algunos. Los gaditanos se detienen más en los escaparates de las tiendas de ropa y comienzan a hacer los primeros repasos a la mercancía para el 1 de julio. «El IPC no sé, pero las rebajas sí que nos animan. Las mujeres siempre picamos algo», cuenta Manoli Fariñas, al salir de uno de los comercios de la misma zona.
Hasta ahora, los precios han ido a la baja, lo que no parece motivar un aumento excesivo del consumo. Aunque el bolsillo del gaditano no lo note, vestido, calzado y automóviles se han abaratado, pero nada supone un mayor reclamo como las rebajas de verano que comienzan mañana.