Cinco playas vírgenes sobreviven en los 200 kilómetros de litoral que tiene la provincia
La costa gaditana se prepara para recibir el primer aluvión de turistas en temporada alta con los últimos trabajos de adecuación
| CÁDIZActualizado:Cádiz no tiene nada que envidiar al Caribe. Y es que la provincia cuenta con casi 200 kilómetros de litoral, incluídas playas eminentemente urbanas, playas salvajes aún por descubrir para la mayoría de turistas, o calas con accesos peatonales, acantilados rocosos y casi inaccesibles e incluso tómbolos de arena creados de forma natural. Según el colectivo Ecologistas en Acción, en estos momentos apenas sobreviven sin embargo, en medio del desarrollo urbanístico del litoral gaditano, cinco espacios vírgenes y netamente naturales. Se trata de las playas de la Punta del Boquerón en San Fernando, de Castilnovo (El Prado) en Conil, de la zona entre el tómbolo de Trafalgar y Zahora en Barbate, de la playa de Hierbabuena también en Barbate, y de la playa del Cañuelo en Tarifa. Estos lugares carecen de accesos rodados, urbanizaciones cercanas y mantienen su carácter silvestre, lo que los convierte en únicos.
Temporada estival
Por regla general, en estos momentos las playas de la provincia se preparan, desde Algeciras a Sanlúcar, para recibir las primeras oleadas de visitantes de la inminente temporada estival. Su estado es magnífico en algunos casos, pero en otros dejan mucho que desear. Para que todo esté a punto, la Demarcación de Costas ha invertido este año casi 1, 2 millones de euros en la regeneración de las playas en los meses previos al verano. Se han aportado 150.000 metros cúbicos de arena con prioridad para las playas ubicadas en zonas urbanas, que por regla general son las más visitadas y cuentan con más servicios, pero que según Costas son «donde existen las mayores necesidades». Estos días aún se trabaja conrareloj en el entorno de El Palmar en Vejer, La Barrosa en Chiclana o El Carmen en Barbate. En otras zonas del litoral gaditano como la playa portuense de Fuentebravía se ha procedido a realizar una aportación de arena de un sitio a otro (bypass), algo muy habitual para evitar la erosión natural, y que también se ha hecho en la playa de Santa María del Mar de la capital, con casi 23.000 metros cúbicos de arena, o la segunda pista de La Barrosa, con casi 15.000 metros cúbicos; en este último caso el material se extrajo hace unos meses del fondo marino de Sancti Petri y ha sido trasladado hasta la zona en camiones de gran tonelaje.
Sin embargo, no sólo de arena viven las playas gaditanas. Cualquier turista que llegue hasta la provincia en busca del ansiado sol y playa que promocionan las grandes operadoras turísticas, puede disfrutar de arena y aguas de gran calidad, servicios en primera línea que incluyen desde los tradicionales chiringuitos hasta instalaciones de baños árabes en urbanizaciones de lujo como Novo Sancti Petri, Sotogrande o Costa Ballena.
Opciones de ocio
En gran parte del litoral en estos momentos se están colocando además todo tipo de mobiliario al uso. Decenas de duchas y lavapiés, cientos de kilómetros de pasarelas de madera y de dispositivos de vigilancia conforman el equipamiento de las playas, que a través de los planes de playas de cada Ayuntamiento deben ser supervisados por Costas. Mención aparte merecen los chiringuitos.
A principios de año el Gobierno anunciaba su intención de eliminarlos. De inmediato el sector y las administraciones se movilizaron y finalmente llegaron el pasado viernes a un acuerdo para su continuidad. Este verano Cádiz contará con casi un centenar; en la capital habrá nueve en total; en La Barrosa y Sancti Petri han abierto o abrirán otros 16 chiringuitos, mientras que en El Puerto habrá hasta una decena de establecimientos a pie de playa distribuidos en las playas de Levante, Valdelagrana, Santa Catalina y Las Redes, además de tres kioscos en Valdelagrana, otros tres en la Puntilla, uno en la Muralla y dos en Santa Catalina, y una terraza desmontable en Fuentebravía.
Por zonas
Por regla general, desde el Campo de Gibraltar hasta la Costa Oeste la calidad de las playas es «excelente». Son palabras de Antonio de María, responsable de la patronal de hostelería, que reconoce que uno de los principales atractivos de la provincia es su riqueza paisajística. En la provincia el turista tiene la opción de elegir entre diferentes tipologías de playas. En La Janda (Barbate, Vejer, Zahara de los Atunes, Bolonia o Tarifa) se encuentran la mayoría de playas semisalvajes de Cádiz. A ellas llegan cada año miles de deportistas y visitantes de toda Europa para practicar deportes de vela en el mar, nudismo, e incluso la acampada, que aunque está prohibida es una constante en algunos puntos del litoral durante todo el verano. Por su parte, la zona más urbanizada de todo el litoral gaditano se localiza entre los términos municipales de Conil, Chiclana, Cádiz y El Puerto.
Con playas urbanas o semiurbanas, su costa se ha ido poblando de urbanizaciones, buena parte de ellas irregulares; eso ha hecho que sus paseos marítimos tengan ahora una estructura muy parecida a las de los municipios de la Costa del Sol, una tipología denostada a comienzos de los 90.
Por su parte, en la Costa Oeste, las playas y los acantilados portuenses (Las Redes, La Puntilla, El Buzo, El Manantial o El Águila), Rota (Punta Candor) o Sanlúcar (Las Piletas) se mantienen a medio camino. En total los turistas pueden pasear por casi un centenar de kilómetros de paseos marítimos. Y para avalar la calidad que presenta el litoral en servicios, calidad de aguas y respeto al medio, este año 2009 la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) ha concedido en la provincia un total de 21 banderas azules (ocho más que en 2008). Este galardón, que se otorga desde 1987, ha recaído en las playas de Getares (Algeciras), Los Lances (Tarifa), Los Bateles y Roche (Conil), Sancti Petri y La Barrosa (Chiclana), La Puntilla, Fuentebravía, Valdelagrana y La Muralla (El Puerto) y La Costilla y Puntalillo (Rota), Sobrevela y La Alcaidesa (La Línea); Torreguadiaro y Cala Sardina (San Roque); Cortadura, La Caleta y La Victoria (Cádiz); Camposoto-El Castillo (San Fernando); y Camarón-La Laguna (Chipiona). Sólo en dos casos no se ha renovado este año: Punta Candor (Rota), y la playa de Regla (Chipiona). Con todo, el distintivo no cuenta con el beneplácito ecologista, que consideran que está «relacionado con aspectos que poco tienen que ver con la calidad de las playas».