Aumentan un 24% los delitos cometidos por menores y se disparan las infracciones sexuales
La Memoria de la Fiscalía destaca cómo los procesos por violación, abusos o acoso pasaron de 33 casos en 2007 a más de 310 el pasado año
CÁDIZ Actualizado:La delincuencia juvenil aumenta cada año en la provincia de Cádiz, desmitificando la supuesta inocencia que se atribuye a la naturaleza de los menores de edad. Lo dicen los datos: en concreto, el número de delitos que cometieron los jóvenes gaditanos menores de 18 años, a lo largo de 2008, aumentó un considerable 24% con respecto a los casos que llegaron ante los jueces apenas un año antes.
Así lo recogen las estadísticas de la Memoria de la Fiscalía gaditana de 2008, en la que se destapan cifras que al ser comparadas con la de la memoria anterior resultan cuando menos preocupantes, sobre todo al tener en cuenta que las infracciones que más se incrementaron hacen referencia a delitos tan delicados como los sexuales (un 565%), es decir, violaciones y abusos. También se incluyen aquí los acosos sexuales, que a través de las nuevas tecnologías tales como internet o los móviles han multiplicado los casos, con nuevos términos como el grooming o ciber acoso. Mientras en 2007 este tipo de delitos apenas sumó 33 infracciones, en 2008 éstos se multiplicaron hasta los 313.
Con todo, estos tipos de infracciones siguen aún muy por detrás de los delitos de lesiones, que vuelven a destacar como la tipología que más casos llegan a los cuatro juzgados especializados en menores que existen en Cádiz (incluida Ceuta). Si bien, en este tipo de delitos la tendencia es inversa, y en 2008 hubo menos que un año antes.
Además con una sustanciosa bajada, del 26%. Puede resultar optimista que en una provincia en la que –para los mayores de edad– el tráfico de droga acapara gran parte de los juicios, los delitos contra la salud pública entre los menores haya decrecido un 32% (siendo la mayoría de los casos de Ceuta). Aunque es cierto que en el negocio del narcotráfico los menores suelen cumplir pequeños papeles, como el de busquimanos, menos perseguidos por las autoridades.
El aumento de delitos, como es de esperar, ha supuesto también que se eleven casi en paralelo el número de sentencias y medidas con las que los jóvenes redimen sus fechorías. La colaboración en ONG o asociaciones de cuidados de víctimas, así como la obligación de redimir los delitos cumpliendo trabajos sociales en los servicios de ayuntamientos, es decir, aquellos trabajos que más que un castigo penal, suponen un aprendizaje para el joven, siguen siendo las medidas que más se repiten en las sentencias de los jueces de menores, frente a las que significan una privación de libertad, que son mínimas.
Decrece el internamiento
De hecho, de las más de 1.650 medidas que se dictaron en 2008, apenas un 10% son de internamiento en los tres centros de rehabilitación social que existen en la provincia. Un porcentaje que, además, decrece cada año frente a las de no internamiento, ya que en 2007 suponían más de un 13%. En total, 163 jóvenes fueron ingresados en algún centro de rehabilitación, aunque de ellos sólo un 15,6% fue internado en régimen totalmente cerrado, es decir, residiendo en el centro.
Por otro lado, las medidas más habituales siguen siendo las de libertad vigilada (un 36%) y las ya citadas de «prestaciones en beneficio de la comunidad», un 23%. En total se dictaron 1.163 sentencias, de las cuales más de 1.050 hallaron al joven acusado culpable de los hechos.