La Guardia Civil aborta la protesta de los riacheros a orillas del Guadalquivir

Un contundente despliegue de medios y efectivos de la Guardia Civil impidió ayer que el colectivo de riacheros de Trebujena llevase a cabo el cierre a la navegación del río Guadalquivir.

Una patrullera del Servicio Marítimo y un helicóptero de la Benemérita abortaron la protesta convocada por el colectivo, justo cuando medio centenar de riacheros, respaldados por el alcalde de Trebujena, Manuel Cárdenas (IU), se disponía a iniciar la medida de protesta.

«Había más de treinta vehículos y un centenar de guardias civiles», explicó David García, portavoz de los riacheros, que mostró su indignación por el hecho de que no les dejaran siquiera llegar a la orilla. Los riacheros admitieron que Capitanía Marítima les había denegado la autorización para efectuar el corte del cauce fluvial.

Los riacheros llevan varias semanas protestando por la situación que atraviesa el sector. Ellos defienden que «la pesca de la angula es una actividad histórica que se ha venido desarrollando durante cientos de años de una manera alegal puesto que nunca ha habido regulación».

Sin embargo, la puesta en marcha de una directiva europea de recuperación de la angula en cualquiera de sus fases de desarrollo ha servido a la Junta como «excusa para eliminar esta pesca» según los afectados, que consideran que la directiva «no menciona la prohibición, sino la regulación». El portavoz de los riacheros recordó que ellos son partidarios de «reducir la flota en un 50% y establecer una veda».

Por su parte, el alcalde de Trebujena calificó de «desmesurado» el despliegue de fuerzas del orden público, y calificó de «desvergüenza política, inmoralidad y falta de respeto» la actitud de la Junta de Andalucía en este conflicto.