![](/cadiz/prensa/noticias/200906/28/fotos/585680.jpg)
Un motor de ayuda
Actualizado: GuardarL as motos y los coches conquistaron ayer las diferentes calles de la ciudad por diferentes motivos, aunque con un mismo objetivo, ayudar a los demás. Los primeros se afanaron en la sensibilización para la donación de órganos, mientras que los segundos pretendían promocionar el barrio del Mentidero. El punto de partida de concentración para los vehículos era cercano al igual que la franja horaria. Al mediodía los motores rugían tanto en la plaza de la Catedral como en San Juan de Dios.
Motoclubes de diferentes puntos de la provincia, como San Fernando o El Puerto, no fallaron al llamamiento realizado por la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades de Riñón (Alcer) en la segunda concentración que organizan de estas características. Su intención, tal y como explicaba el orientador laboral de la entidad, Javier Muñoz, era la de «llamar la atención para concienciar a las personas sobre la importancia que tienen las donaciones de órganos y por ello hemos pensado en una concentración motera, porque llama mucho la atención de todo el mundo».
Los moteros se centraban en colocar carteles y pegatinas del colectivo en sus máquinas, algunas tan curiosas como la que conducía Agustín Moreno, del Moto Club Gaditano, que se trataba de una BMW R-35 del año 1937 que perteneció a la escolta de Hitler. Moreno no se extrañaba de que hubiera en el lugar más de 50 motos porque «siempre nos movilizamos para apoyar las buenas causas. En nuestro caso ya realizamos la campaña Ningún niño sin juguetes y la gente siempre se vuelca, igual que ahora».
También había piezas de coleccionistas en San Juan de Dios, aunque en este caso de cuatro ruedas. La razón era la de promocionar el barrio del Mentidero y por ello se contó con modelos tan llamativos como un Rolls Royce Carnival que perteneció al actor estadounidense Telly Savalas conocido por su peculiar papel como Kojak. Mercedes de época, un Ford de 1924 y un Alvis inglés llamaron la atención de todos los curiosos que se acercaron al lugar.
Mercedes Benz Club España era la entidad que realizó la convocatoria a la que al final se acercaron una treintena de vehículos. Para su presidente, Ildefonso Rivera, fue una muestra de la «afición que se está extendiendo en Cádiz por los coches clásicos y prueba de ello es que aquí hay modelos de un valor incalculable».