SAN FERNANDO

Un afectado de Aifos se quedará con 225 pisos si nadie puja por el bloque uno

El 15 de julio sale a subasta el inmueble embargado por Benito González, que podrá reclamarlo si no hay ofertas

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De tener que pedirle ayuda a Cáritas a ser el dueño de un bloque de 225 viviendas. Esta posibilidad se podría hacer realidad el próximo 15 de julio, fecha en la que saldrá a subasta el bloque uno de la promoción de viviendas Cala del Sol, situada en la Ronda del Estero, como bien embargado por Benito González, el primer afectado que obtuvo una sentencia favorable para la devolución de los más de 70.000 euros necesarios para la entrega de las viviendas.

«Quiero dar las gracias a la hermana de mi mujer y a su esposo, pues sin ellos ya nos habrían echado de la casa de alquiler. Vivimos de favores y gracias a entidades de ayuda social, porque todo mi sueldo como pensionista va para lo mismo, pagar deudas», indicaba González. Aquellas que contrajo al pedir el préstamo para hacer frente a un piso que se debería de haber entregado en mayo de 2007. Por ello, se decidió a denunciar a Aifos, promotora de la actuación, por incumplimiento de contrato cuando se paralizaron las obras y obtuvo una sentencia favorable, aunque sigue sin ver un euro de los que están obligados a abonarle. Por eso, decidió embargar todo el bloque uno de la promoción como garantía de cobro, acción que pudo realizar al no contar el inmueble con la división horizontal. Al ver que la situación de impago se prolongaba, optó por solicitar al Juzgado de Primera Instancia número 3 de San Fernando que la propiedad se sacara en subasta con el objetivo de recuperar lo perdido.

El juzgado aceptó su petición, y el 15 de julio a las 12 horas se celebrará la subasta. El bloque se ha tasado en 32 millones de euros, debido a los gastos que se les adeuda a la entidad financiera de la actuación, de modo que para acceder a ella es necesario un depósito de 11 millones de euros. Razón por la que el abogado de González, José Antonio Gamero, considera que «no se presentará nadie y menos cómo están hoy las cosas. En este supuesto mi cliente puede reclamar el bien embargado y poseer el edificio».

González ha indicado que no puede hacer frente a esos gastos, por lo que su intención, en el caso de que no se vendiera el inmueble, sería la de realizar algún tipo de cesión de la propiedad para desbloquear la actuación, siempre y cuando se respeten los contratos que tienen firmados el resto de propietarios.

«Yo no quiero perjudicar a nadie, pero me encuentro en una situación desesperada y necesito el dinero. Si no viene nadie se estudiarán otras posibilidades, teniendo siempre en cuenta a los compradores del resto de viviendas».

Y es que, 225 propietarios de esa promoción viven con el temor de quedare sin dinero y sin pisos. El presidente de la asociación de afectados Acasol, Ángel Román, es muy claro al mostrar su contrariedad a que «este proceso siga adelante, porque se puede molestar la entidad bancaria y hacer efectiva la hipoteca y entonces el bloque pasaría a ser de ellos y ni hay pisos para nosotros ni dinero para Benito. Estamos negociando ampliaciones de la hipoteca para sufragar lo que queda y terminar la actuación pero los embargos no nos dejan».

De una forma u otra, el 15 de julio será un día clave para una actuación que afecta a más de 350 familias, pues las obras del bloque dos también están paralizadas.

La pesadilla para los propietarios de la promoción de viviendas Cala de Sol comenzó en mayo de 2007, fecha en la que se deberían de haber entregado los pisos. Han pasado más de dos años y la situación poco ha variado. Las novedades sólo eran malas noticias y nuevos problemas. En octubre, eran los trabajadores los que decidían dejar la obra por impago de nóminas. Meses después llegaron las denuncias en los juzgados de algunos propietarios. Un afectado decidió encadenarse para reclamar su piso y ahora uno de los bloques sale a subasta. Pasa el tiempo y no se ve una solución clara para las 350 familias que pagaron por unas casas que aún no están construidas.