La Policía marroquí detiene a los cinco miembros de una célula 'yihadista' con sede en Ceuta

Los servicios de seguridad marroquíes, en colaboración con la Unidad Central de Inteligencia Exterior de la Policía, han desarticulado en los últimos días una célula yihadista radicada en Ceuta tras la detención, en territorio del país vecino, de los cinco islamistas que integraban el grupo.

Según informaron fuentes de la lucha antiterrorista, los arrestados pertenecerían al movimiento radical Salafiya Jihadia (Autenticidad y Guerra Santa), una filial de Al-Qaida de fuerte implantación en el Magreb y en la propia Ceuta, donde en diciembre de 2006 ya fueron capturados por orden del juez Baltasar Garzón once supuestos grupos de esta corriente. Al menos tres de los activistas son de nacionalidad española. Todos los sospechosos fueron apresados en localidades marroquíes cercanas a la ciudad norteafricana española.

Todos ellos habían residido en los últimos meses en un municipio andaluz, donde supuestamente, tras alquilar una vivienda, habían tratado de formar una infraestructura para futuros atentados en España tras un período de aprendizaje. Responsables de la investigación aseguraron ayer que el grupo no tenía ningún plan concreto para acciones.

Drogas y coches

El grupo, según los servicios de Información españoles, conseguía la financiación para sus futuras actividades terroristas gracias al tráfico de drogas, en particular hachís, y de vehículos robados entre España y Marruecos. Los servicios de seguridad marroquíes, que actuaron después de la alerta de la Policía española, se incautaron de tres vehículos, así como de documentos vinculados a Salafiya Jihadia, en particular, soportes de audio incitando a la lucha, alentando los suicidios en atentados y defendiendo el asesinato de los rehenes occidentales en manos de Al-Qaida.

Entre los arrestados está el supuesto jefe de la célula, A. A., más conocido por su alias, Abu Yassine, un tetuanés de 34 años que ya fue detenido en 2006 tras la desarticulación de otro grupo denominado Ansar El Mahdi (Seguidores de Al Mahdi) que dirigía el radical Hasán Jatab. Este grupo había planeado ataques contra edificios públicos en grandes ciudades marroquíes, legaciones extranjeras y personalidades del país vecino.