Esfuerzo decisivo
Actualizado: GuardarLa detención en París de dos presuntos integrantes del aparato de información de ETA se sumó ayer a la desarticulación de un grupo en Guipúzcoa provisto de explosivos y preparado para cometer atentados. Dos noticias que evidencian la extrema debilidad de la banda terrorista días después de que ésta hubiese demostrado nuevamente su propósito de continuar con los asesinatos al acabar con la vida del inspector de Policía Eduardo Puelles. Tras la ruptura de la tregua de 2006 por parte de ETA, con el doble asesinato de la T-4, la actuación preventiva de Policía y Guardia Civil logró coger la delantera a los planes etarras en diversas ocasiones, evitando la comisión de atentados y desmantelando sucesivamente algunas de sus estructuras. Pero a pesar de ello la banda logró consumar sus sanguinarias intenciones convirtiendo en víctimas, antes que Puelles, a los guardia civiles Fernando Trapero, Rául Centeno y Juan Manuel Piñuel, el brigada Luis Conde, el concejal Isaías Carrasco y el empresario Inaxio Uria.
El pulso entre el activismo terrorista y las fuerzas de seguridad acabará decantándose a favor del Estado de Derecho, conduciendo a la banda terrorista a una derrota irremisible. Pero es ésta una certeza que las autoridades competentes han de administrar con la máxima perseverancia. Porque su primera obligación es evitar que los etarras cumplan con sus intenciones asesinas. Lo cual debe llevarles a considerar que, junto a la necesaria acción preventiva en defensa de la vida y de la integridad de quienes han sido señalados por ETA como objetivo preferente de su crueldad, han de esforzarse en el desarrollo de una estrategia cuyo objetivo sea el descabezamiento y la liquidación orgánica de la trama terrorista.