Israel aguarda la liberación del soldado capturado por Hamás
Se intensifican los rumores sobre en el tercer aniversario de su desaparición
| CORRESPONSAL. JERUSALÉN Actualizado: GuardarPor segunda vez en lo que va de semana, anoche se intensificaban los rumores sobre una supuesta transferencia «inminente» del soldado judío Gilad Shalit a Egipto, en lo que podría ser un primer paso para su liberación después de tres años de cautiverio en Gaza que se cumplían exactamente ayer, 25 de junio.
El militar fue capturado en 2006, cuando un comando palestino logró infiltrarse en territorio israelí a través de un túnel excavado desde la Franja y atacar la patrulla en la que viajaba el joven junto a otros seis compañeros. Dos fueron asesinados. La operación se tradujo en una dura ofensiva de Israel sobre Gaza, luego eclipsada por el inicio de la guerra con Hizbulá.
Han pasado 1.091 días, los mismos que los sucesivos Gobiernos de Israel -primero el de Ehud Olmert y ahora el de Benjamin Netanyahu- se han esforzado por mantener viva ante el mundo la tragedia de Gilad como paradigma del martirio terrorista que el Estado judío sufre a manos de Hamás, hoy carcelero único del muchacho. En esos 1.091 días, los líderes islamistas han ido repitiendo uno tras otro que Shalit es «un preso de guerra más», como lo son los 11.000 palestinos que permanecen en los penales israelíes, muchos de ellos atrapados en redadas en Cisjordania y metidos luego entre rejas sin cargos y sin juicio.
Las exigencias de los captores se han ido despejando con el tiempo. Hamás reclama un canje propio de los peores enemigos: liberar al soldado a cambio de que se abran los pasos fronterizos de la franja y de la excarcelación de 1.400 presos palestinos, entre los que se contarían los nombres de los 450 principales condenados por los atentados más graves perpetrados en Israel desde la década de los 90. El pulso ha puesto en guardia a los familiares de las víctimas de aquellos ataques, que se oponen al trato. En el otro lado están los padres de Gilad y parte del Ejército, para el que la devolución del joven capturado a su casa es una obligación inexcusable del Ejecutivo. «Gilad se ha convertido en el hijo de todo un pueblo», escribía ayer su madre, Aviva, en una carta publicada en el diario de mayor tirada bajo el título «Por favor, ayúdennos».
De todos los soldados israelíes desaparecidos en 60 años de conflicto, Gilad es un caso especial porque es el único del que hay la práctica certeza de que está vivo. Hamás jugaba ayer a la incertidumbre, diciendo a través de su funcionario Osama al Muzini no saber «si ha muerto». No obstante, Egipto, sugería lo contrario.
una
posible entrega a Egipto del secuestrado