
«Albania es casi normal»
El escritor albanés confiesa que la literatura le ha dado satisfacciones que nunca llegó a imaginar
| COLPISA. MADRID Actualizado: GuardarIsmaíl Kadaré se deshizo ayer en elogios hacia España y hacia los premios Príncipe de Asturias desde su casa de Tirana, capital de Albania, y desveló que él conoce bien el suelo español, entre otras cosas porque acostumbra a pasar sus vacaciones en Marbella junto a su mujer y su hija. «Sé muy bien que el premio otorga mucho prestigio a quien lo recibe, más aún si tenemos en cuenta a los finalistas, todos ellos magníficos escritores a los que admiro con sinceridad», dijo Kadaré elogiando al checo Milan Kundera, al holandés Cees Noteboom, al italiano Antonio Tabucchi y al británico Ian McEwan.
¿Será este Príncipe de Asturias la antesala de Nobel? «No lo sé. Yo no soy quien debe decirlo, pero ojalá fuera así», dice Kadaré, ganador en 2005 del Booker internacional, el más prestigioso del mundo anglosajón, en el que se impuso a García Márquez y a Günter Grass.
Esfuerzos y sufrimientos
«Me siento muy próximo a la literatura española. La frecuento desde mi juventud. Si eres escritor y te interesas por tradiciones distintas a la de tu lengua materna, es normal que repares en una de las más ricas y originales de la historia», manifiesta el escritor.
El ejercicio de la literatura es para Kadaré un «ideal» al que se entregó desde su juventud. «Es mi forma de vida y me ha dado satisfacciones que nunca llegué a soñar. Sólo soy un soñador, un creador de ficciones. No he tenido jamás pasiones políticas», asegura, por más que su nombre se barajase para la candidatura a la presidencia de Albania.
Cercado por el Gobierno de Enver Hoxha, exilado cuando en la década de los noventa flojeaba ya su régimen impenetrable, y paseante por toda Europa, Kadaré dice haber «normalizado» su relación con su país, donde sus libros estuvieron prohibidos largo tiempo. «Ahora paso la mitad de mi tiempo en París y la otra mitad en Tirana. Eso me permite tener una relación más natural con mi pasado, con mi pueblo y con su historia, que ha sido terrible en muchos momentos», subraya el autor de El palacio de los sueños.
«Me atrevo a decir que la situación en Albania es casi normal; eso sí, después de grandes sufrimientos y de muchos, muchos esfuerzos en el orden político, económico y social».